En el Ejecutivo descartaron cualquier tipo de privilegio para el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, una vez conocida la denuncia en su contra por abuso sexual y violación el pasado 15 de octubre, negando que se le haya advertido sobre las diligencias que realizó la Policía de Investigaciones y el fiscal del caso Xavier Armendáriz en el Hotel Panamericano esa misma noche, donde junto con requisarle un celular, se le tomó muestra de saliva.
Los cuestionamientos en contra de la ministra del Interior Carolina Tohá, surgen luego que se conociera que la secretaria de Estado llamó telefónicamente a Monsalve ese día -a petición del director de la PDI Eduardo Cerna- para indicarle que debía comparecer hasta el hotel donde se alojaba porque era requerido por los detectives, antecedente que la secretaria de Estado no comunicó a los medios cuando se conoció de la denuncia, señalando que el tema lo habló con la exautoridad recién el 17 de octubre, horas antes de su renuncia.
La llamada en cuestión, y por la cual desde la oposición analizan una acusación constitucional contra Tohá, duró 15 segundos según el entorno del exsubsecretario Monsalve, de acuerdo a lo publicado por La Tercera.
“No es privilegio, es un mandato”
El subsecretario del Interior, Luis Cordero, fue el encargado de reiterar la postura del Gobierno sobre el caso Monsalve y señaló que “hay que tener cuidado con confundir el rol del control político con aquellas que corresponden a las investigaciones judiciales que está llevando a cabo y las investigaciones penales del Ministerio Público”.
Consultado sobre si considera un privilegio que Monsalve haya supuestamente conocido las diligencias de la PDI con antelación, Cordero sostuvo que en la pregunta subyacía “un supuesto que no se compadece con los hechos que se han informado. Lo que hizo la ministra no fue avisar sobre una diligencia, sino que instruir al exsubsecretario Monsalve porque debía comparecer en el hotel donde se encontraba la Policía de Investigaciones y el Ministerio Público para efectuar una diligencia”.
Por lo tanto, continuó Cordero, “la afirmación sobre la cual descansa su pregunta carece de un error y por eso lo aclaró la ministra Tohá ayer en plena sesión especial” en la Cámara de Diputados.
Asimismo, el subsecretario del Interior añadió que la llamada fue “esencialmente para que Manuel Monsalve compareciera en diligencias que se estaban ejecutando en ese momento y garantizar su comparecencia en ese momento en el lugar donde él pernoctaba”.
Cordero insistió también en la importancia de usar bien el lenguaje en temas de esta naturaleza, afirmando que “en los temas legales las semánticas son muy relevantes, sobre todo cuando se utiliza el derecho como herramienta política. En este punto, lo que el subsecretario Monsalve, como autoridad obligada de comparecer, para garantizar su comparecencia recibe una instrucción. Es una instrucción que recibe cualquier funcionario público y para garantizar su comparecencia. Eso no es ningún privilegio, es un mandato”, sentenció.
Asimismo, Luis Cordero afirmó que la ministra del Interior no podía tener conocimiento de las diligencias, ya “que se estaba ejecutando y de acuerdo a la ley, las diligencias están sujetas a secreto”. Finalmente, agregó que la llamada del director de la PDI a la ministra Tohá para que se comunicara con Monsalve, fue “una decisión que tomó el director de la policía para efectos de garantizar la comparecencia y con la instrucción directa de quien está por sobre el subsecretario Monsalve, que es la ministra Tohá”.