Este miércoles 17 de julio se conmemora el Día Internacional del Tatuaje, una fecha especial que busca resaltar la importancia y el significado cultural de esta forma de arte corporal que ha existido desde tiempos inmemoriales.
Sobre este tema, que por estos días se ha masificado alrededor del orbe, se refirió Meline Torreblanca, académica de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, quien aportó una serie de antecedentes relevantes para todas aquellas personas que estén pensando en esta opción de dejar plasmada permanentemente en su piel algún dibujo o frase relevante.
Según la experta, el tatuaje es una forma de modificación corporal donde se inserta tinta, pigmento o colorante en la dermis, capa media de la piel. Este proceso se realiza mediante agujas que perforan la piel a alta velocidad, depositando el pigmento para generar diseños permanentes.
Los tatuajes pueden tener distintos significados y propósitos, desde la expresión artística y personal hasta marcadores culturales y rituales.
¿Quiénes pueden hacerse un tatuaje?
En general, cualquier persona mayor de edad que esté en buen estado de salud puede realizarse un tatuaje. Es fundamental que elija un estudio de tatuajes que cumpla con las normativas sanitarias vigentes y que utilice material estéril y desechable.
Las personas deben estar seguras de su decisión y comprender que se trata de una modificación permanente.
¿Quiénes no deberían tatuarse?
Hay ciertas condiciones y situaciones en las que no es recomendable realizarse un tatuaje. Algunas de ellas incluyen:
- Menores de edad, sin el consentimiento de sus padres o tutores.
- Embarazadas y lactantes, con la finalidad de evitar cualquier riesgo de infección o reacción alérgica que se pueda transmitir al feto.
- Personas con patologías de piel, como psoriasis, eczema, o infecciones activas en el área donde se desea el tatuaje.
- Pacientes con trastornos de coagulación y/o consumo de anticoagulantes, ya que pueden presentar sangrado excesivo. En estos casos, es de suma relevancia que consulten previamente a su médico tratante.
- Personas con enfermedades autoinmunes o inmunodeprimidos, ya que aumenta este procedimiento aumenta el riesgo de infecciones.
- Alergias a los pigmentos. Hay que considerar que algunas personas pueden tener reacciones alérgicas a ciertos componentes de las tintas de tatuaje.
¿Cuáles son los riesgos de realizarse un tatuaje?
- Las infecciones bacterianas son uno de los riesgos más comunes. Pueden ocurrir si el equipo no está esterilizado adecuadamente o si no se siguen los cuidados posteriores. Estas pueden variar desde leves hasta graves, pudiendo requerir tratamiento médico.
- Algunas personas pueden tener reacciones alérgicas a los pigmentos utilizados en las tintas de tatuaje. Estas reacciones pueden ocurrir inmediatamente o años después de realizado el tatuaje.
- Patologías o alteraciones dermatológicas. El tatuaje puede provocar la formación de granulomas, que son pequeñas áreas de inflamación debido a la tinta. Además, pueden aparecer queloides donde se desarrollará un crecimiento excesivo del tejido cicatricial.
- En caso de no utilizar agujas y equipos estériles desechables, existe un alto riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas como hepatitis B y C, VIH y otras infecciones transmitidas a través de la sangre.
- Existen algunas tintas para tatuajes que pueden cambiar de apariencia con el tiempo, causando decoloración o desvanecimiento. Además, ciertos colores de tinta pueden ser más propensos a causar reacciones adversas a lo largo del tiempo.
- Problemas en la eliminación del tatuaje. Este procedimiento puede ser doloroso, costoso y no siempre efectivo. Las técnicas como el láser pueden no borrar completamente el tatuaje y dejar cicatrices.
Recomendaciones para minimizar los riesgos al tatuarse
- Elegir un estudio de tatuajes con resolución sanitaria vigente. Para ello debes asegurarte que el tatuador cumpla con todas las normativas sanitarias y use equipos profesionales autorizados e insumos esterilizados y desechables.
- Consultar a un profesional de salud antes de realizarse el procedimiento. Especialmente si la persona que desea tatuarse tiene condiciones de salud preexistentes o alergias conocidas.
- Seguir las instrucciones de cuidado posterior al tatuaje. Mantener el área limpia y evitar la exposición a factores de riesgo durante el proceso de cicatrización.
- Realizar pruebas de alergia. Antes de la realización de un tatuaje, se recomienda una prueba con la tinta, con la finalidad de verificar posibles reacciones alérgicas.
Cuidados posteriores tras realizarse un tatuaje
El cuidado adecuado después de realizarse un tatuaje es esencial para prevenir infecciones y asegurar una correcta cicatrización. Algunos consejos básicos incluyen:
- Mantener el área limpia y seca. Lave suavemente el tatuaje con agua y jabón neutro, y séquelo con una toalla limpia o desechable.
- Aplicar una crema antibiótica. Ayuda a prevenir infecciones. Su tatuador puede recomendarle un producto específico.
- Evitar la exposición al sol y al agua. No exponga el tatuaje a la luz solar directa ni lo sumerja en agua (piscinas, mar, bañeras) durante al menos dos semanas.
- No rascar ni retirar las costras. Esto puede causar cicatrices y afectar la cicatrización junto con el resultado final del tatuaje.
- Usar ropa holgada para evitar la fricción y permitir que el tatuaje se ventile.
Estas medidas pueden ayudar a reducir significativamente los riesgos asociados con la realización de un tatuaje, asegurando una experiencia más segura y satisfactoria.