Alberto Abarza aportó este jueves mayores detalles del robo que sufrió a inicios de semana en su casa de Maipú, que si bien en un principio avaluó en unos 31 millones de pesos en su denuncia a Carabineros, habría aumentado luego de perder varias medallas de sus participaciones en competencias nacionales e internacionales, y otros tantos relojes de alta gama de los que declaró tras el asalto.
Si bien reconoce que lo que más lamentó fue perder un proyector porque “lo tenía hace un año y medio y veía películas en mi casa”, Abarza reveló que el robo fue perpetrado por cuatro delincuentes.
Aumenta el monto del robo a Abarza
Vimos las cámaras y ni siquiera dijeron aló a ver si había alguien. Eran cuatro tipos, tres bajaron de un auto que estaba encargado por robo, nos enteramos después, y otro se quedó en el vehículo. El robo fue justo en las dos casas que tenían el papel que dejan los funcionarios del Censo cuando no hay nadie. Estaba el papelito pegado con scotch. A lo mejor hay que cambiar eso, porque es un dato para los delincuentes”, contó en lun.com.
“Me robaron a mí y, a los diez minutos, a una vecina que está una o dos casas más allá, una familia china. Dos por uno. Te deja inseguro. Lo material no es lo más importante, pero te sientes vulnerado. El único lugar donde te sientes seguro ya no lo es”, señala el deportista nacional, que si bien en un principio calculó las pérdidas en unos 31 millones de pesos, estos últimos días ha aumentado dicho monto porque “cada vez echan de menos más cosas”.
“Me llevaron medallas, no sé qué van a hacer con ellas, porque no creo que alguien pueda comprarlas o les interesen. Relojes, los trajes de baño que valen unos 300 mil pesos cada uno, la maleta del Team Chile con ropa deportiva. En el momento no me di cuenta de todo lo que se llevaron”, reveló.
“Pensé que se habían llevado un solo reloj, pero se llevaron tres. Dos Omega y un Garmin deportivo. Ahora voy a entrenar con jeans. Dentro de lo malo, al menos tenemos tiempo para encargar los trajes de baño, porque se hacen a la medida. Hubiera sido tres semanas antes de París y no sé qué habría hecho”, lamentó Abarza, una habitual víctima de la delincuencia en el sector, ya que anteriormente sufrió un portonazo afuera de su casa y una encerrona en la autopista Américo Vespucio.
“Nosotros estábamos en proceso de cambio (de casa), aunque yo era el más reacio a irme, porque me encanta la gente, los vecinos, pero esto te va tirando a otro lado. ¿Dónde me voy? Prefiero no decirlo, capaz que me roben de nuevo”, finalizó.