“Ya viene marzo” es una frase que da cuenta de la alta cantidad de pagos que demanda el próximo mes, justo cuando se terminan las vacaciones y por ello quizá muchos se ven apremiados en lo económico.
A los gastos por el inicio del año escolar se suman, por ejemplo, contribuciones y permisos de circulación. Situación que para asimilarla lo mejor posible da para chistes e incluso ha motivado comerciales.
Es que siempre se adelanta que el consumo crece hasta un 30% en marzo, según explicó el académico y director del Magíster en Economía de la Universidad de Talca, Juan Andrés Riquelme.
Y aunque ahora el contexto inflacionario es más favorable que el año pasado, no es novedad que la economía se encuentra estancada.
“La inflación está más controlada, por lo que es esperable que hacia fines del primer semestre volvamos a una cifra cercana al 3%. Pero en lo relativo al crecimiento no tenemos muy buena perspectiva. En 2023 el crecimiento fue nulo y hay pocas opciones de mejorar tal situación de manera importante”, detalla el especialista.
Considerando lo anterior, el profesor sugiere establecer una eficiente gestión del dinero que comprenda, entre otros aspectos, planificar con tiempo la temporada de vacaciones y hacer un cálculo de los consumos que se deberán afrontar de cara a marzo.
“Es realista estimar que en marzo del año pasado se invertía un poco más de 200 mil pesos por niño en útiles escolares, uniformes y transporte. Esto debe ser considerado por las familias, dependiendo de su número de escolares”, precisa.
Según Juan Andrés Riquelme, “es muy importante planificarse, no gastar de forma desenfrenada ni dejar que la deuda se acumule para pagarla en marzo. Es mejor tener vacaciones ajustadas al presupuesto y evitar contraer créditos o, si eso es necesario hacerlo de forma ordenada”.
El representante de la Universidad de Talca propone como buena alternativa de acertado manejo de las finanzas personales de cara a marzo que la gente cotice compras online, pues bajo este sistema en ocasiones aparecen opciones favorables, aunque siempre hay que considerar los necesarios resguardos de seguridad.
“Las tiendas online se ahorran varios costos asociados a las instalaciones físicas, y por eso pueden ofrecer precios más bajos. Pero es importante cotizar, porque muchas veces presentan mayores fluctuaciones en los precios”.
“La recomendación es cotizar primero y luego ver la reputación del vendedor para proteger los pagos en caso de fraudes o productos defectuosos”, cierra el académico.