En 1976, durante el apogeo de la Guerra Fría, Valentina Tereshkova, conocida por ser la primera mujer en viajar sola al espacio, se enfrentó a una nueva misión dictada por el liderazgo soviético.
Tras su histórico viaje espacial en 1963, donde orbitó la Tierra 48 veces en 70 horas, Tereshkova fue instruida para embarcarse en una tarea personal: le ordenaron tener un hijo con su colega astronauta Andrián Nikolayev.
Cruel experimento
Este mandato no era común; se enmarcaba en los experimentos biológicos soviéticos destinados a estudiar los efectos del viaje espacial en el organismo humano.
Y es que la URSS había realizado estudios similares con los perritos Ugolok, Belka y Strelka, pero los resultados no fueron alentadores: Sus cachorros nacieron ciegos y uno de ellos sin pata.
Por eso, ahora buscaba hacer lo mismo con Tereshkova y Nikolayev, conocido como “El hombre de Hierro”.
“Daba lástima mirar a Valentina y Andrián después de que ella y su marido recibieron la orden de tener un hijo. (...) El experimento era inhumano, ¿pero a quién le importaba entonces el hombre? En esos tiempos comenzaban a pensar en las colonias espaciales”, declaró años más tarde el doctor de Yuri Gagarin, Vitali Volóvich.
“El parto tampoco fue fácil, pero todos respiraron con alivio al ver que había nacido una niña normal, aunque débil y muy pequeña”, agregó Volóvich.
Con todo, el embarazo y parto de la astronauta fueron complicados, rodeados de secretismo y temor, dadas las teorías sobre los posibles efectos del espacio en la reproducción humana.
Su hija Elena, nacida el 8 de junio de 1964, se convirtió en objeto de especulación y estudio. Fue prematura y muy pequeña, la alimentaban artificialmente y hasta los 5 años fue analizada constantemente.
“No soy un monstruo”, declaró Elena, de actualmente 60 años, en alguna oportunidad.
Quién era Valentina Tereshkova
Nacida el 6 de marzo de 1937 en Máslennikovo, URSS, Tereshkova creció con aspiraciones de volar y lanzarse en paracaídas.
A pesar de su falta de educación formal y tras unirse al Partido Comunista de la URSS, su carrera como paracaidista y su origen “proletario” la llevaron a ser seleccionada para el programa espacial Vostok en 1962.
Fue elegida para subir a la Vostok 6 como comandante y única tripulante, un honor firmado por Nikita Khruschev.
Su viaje espacial, aunque exitoso, estuvo plagado de dificultades, incluyendo errores en la programación de la nave y problemas de salud. De hecho, los efectos en su cuerpo fueron notoriamente más graves que lo conocido hasta ese entonces.
La vida de Tereshkova continuó en la política, donde se destacó en varios roles dentro del Partido Comunista, manteniendo una devoción por el régimen y, más recientemente, una estrecha relación con Vladimir Putin.