Mientras diversas comunas de la capital y otras regiones del país anuncian gran despliegue de fuegos artificiales en sus festejos de Año Nuevo, en Pichilemu se alinearon con aquellos municipios que, en una época de frecuentes incendios forestales, prefieren cuidar el medio ambiente, así como proteger la salud de las personas con la condición TEA (trastornos del espectro autista), anunciando que no habrá espectáculo pirotécnico en ese tradicional balneario.
Los motivos por los cuales no los llevará a cabo son porque -según plantea la alcaldía- son contaminantes para las personas y la fauna, provocan graves accidentes por quemaduras, al tiempo que producen incomodidad en las personas con TEA y estresan a los animales.
Hace pocos días, las autoridades lanzaron en la capital la campaña preventiva “Año Nuevo Seguro” contra el uso y manipulación de fuegos artificiales.
Asimismo, recientemente agrupaciones animalistas llamaron a evitar la pirotecnia, debido a que “los fuegos artificiales generan crisis de pánico y la muerte de mascotas”.
Pichilemu es una comuna costera caracterizada por sus bosques de la Región de O’Higgins -en lengua mapudungun significa “bosque pequeño”- y sus playas están consideradas entre las mejores para la practica del surf a nivel mundial, específicamente el sector de Punta de Lobos.