Cuando en 2009 el Premio Oscar de la Academia de cine distinguió a “La pregunta de sus ojos” como la Mejor Película Extranjera, Eduardo Sacheri ya era un escritor plenamente reconocido que llegaba con estrépito a la pantalla gracias a esa adaptación que lo confirmó como un narrador excepcional, anclado a la temática constante de la intimidad familiar y el fútbol como un soporte esencial de la vida.
De sus exitosos cuentos y relatos futboleros saltó más tarde con propiedad a novelas más profundas como “Aráoz y La Verdad”, “Papeles en El Viento”, “La Vida Que Pensamos”, “La Noche de la Usina”, y “La noche que te amé”, antes de publicar “El Funcionamiento General Del Mundo” en 2021.
Luego de esa fama y las repercusiones en el cine, el escritor y profesor argentino de Historia abordó otra veta con un ensayo llamado “Los Días de la Revolución” y ahora persiste en el tópico con la publicación de “Dos Amigos en la Tormenta”. La obra narra la historia de Ernesto y Antonio, militantes de Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo, que intentan, cada uno por su lado, hacer la revolución.
El libro de 500 páginas ofrece una mirada profunda sobre esa época de la dictadura militar en Argentina (1976-83) con una mirada focalizada en las organizaciones armadas de la época.
Un día del 74 sonó el teléfono en la casa de los Sacheri y vio a su padre responder y desmoronarse en la cocina tras conocer del secuestro de su hijo. “Verlo derrumbado, llorando, sin entender lo que había pasado, fue una imagen fuertísima para mí, Creo que lo que uno escribe, así como tiene motores racionales, también tiene motores emocionales. Y sin duda indagar en ese periodo fue una manera para mí de tratar de entender esas lágrimas”, confesó a El País.
Sobre sueños y revoluciones
“Todos los momentos históricos recientes conducen a nuestro presente. Esa opción por la lucha armada, por la conquista revolucionaria del poder, marcó a fuego el final de los 60 e inicios del 70, y no todos los países elaboraron sus mismas interrogantes al respecto. En Argentina, es un tema que no es tratado”, expresó en una rueda de prensa.
“El pasado es una fuente interesante de enseñanzas, de cosas que son importantes que sepamos y pensemos. Y me parece bien que como nuestro presente va cambiando, y las preguntas sobre el presente van cambiando, nuestras miradas sobre el pasado también puedan ir modificándose. El problema no es seguir hablando del pasado, sino que esa mirada sea teñida de una postura extrema que estamos sosteniendo en el presente, más que en el pasado”, reflexiona.
“La del 75 era una Argentina muy turbulenta, muy enfrentada. Distintos sectores pensaban que la violencia era una herramienta muy legítima para llegar al poder o para ejercer el poder. Distintos sectores, no sólo los guerrilleros, hacían uso de la violencia”, analiza el novelista e historiador.
Al fin, la propuesta de Eduardo Sacheri invita a reflexionar sobre procesos sociales que hermanan a Argentina y Chile en el dolor de un recuerdo siempre latente y que la literatura sigue profundizando desde sus huellas y cicatrices...
