Es cierto que la sal puede mejorar notablemente el sabor de muchos alimentos, no obstante, también hay una realidad de la cual no se puede escapar en la que indica que su consumo en exceso puede generar diversas enfermedades que pueden impactar seriamente la salud de los seres humanos, destacándose entre una de ellas, lo cardiovascular.
Este condimento puede llegar a ser hasta aditivo, así lo resalta la Organización Mundial de la Salud (OMS), ente principal y de los más destacados en la lucha para que las personas tomen conciencia sobre la importancia de reducir la ingesta diaria.
La OMS indica que la mayoría de las personas consumen entre 9 a 12 gramos diarios de sal por día, estadística que supera la recomendación de 5 gramos diarios y que, en algunos casos, incluso es posible que sea más alta. Sin embargo, el consumo de sal en exceso puede poner en riesgo nuestra salud.
6 recomendaciones para reducir el consumo de sal
- Ingiere una mayor cantidad de alimentos frescos, ya que contienen menos sodio.
- Disminuye el uso de la sal al cocinar. Preferentemente, prepara las recetas sin salar durante la cocción y deja que cada persona agregue la cantidad que desee en los platos individuales.
- Utiliza especias y hierbas aromáticas para reducir la adición de sal a los platos.
- Cocina al vapor. Al no haber un medio con el que el alimento entre en contacto, se conserva mejor su contenido natural de sodio.
- En caso de condimentar con sal, opta por una de bajo contenido en sodio, que aporta la mitad que la común.
- Lava las conservas vegetales, las legumbres y los alimentos enlatados antes de utilizarlos.
Investigación desarrollada por la universidad de Melbourne, Australia, explica que saber los límites en el consumo de sal podría agregar 36.000 años adicionales de vida saludable, en toda la población, durante los próximos 20 años. Esto retrasaría más de 300 muertes cada año y reduciría el gasto en atención médica en un equivalente a 6.000 visitas al hospital.