Francisco Orrego es uno de los rostros políticos emergentes de la derecha chilena y el militante de Renovación Nacional (RN) de mejor evaluación en los recientes sondeos de la Cadem, méritos que el abogado y vocero del movimiento “Con mi plata no”, asume, debieran ser suficientes para que por fin cumpla su sueño de infancia, de ser alcalde o congresista nacional.
Un anhelo que, cuenta este jueves en entrevista con lasegunda.cl, se ha visto frustrado por la “miopía” y conservadurismo de su sector, que en reiteradas oportunidades ha frenado sus aspiraciones políticas.
La nueva derecha de Chile
Con 36 años a cuestas, Orrego Gutiérrez se reconoce como un “tipo raro” para la tradicionalista derecha chilena, esa que le ha cerrado la puerta a su casi irremediable ascenso político gracias a su alta adhesión en redes sociales (tiene más de 100 seguidores en Instagram y otros 125 followers en Twitter), y su gran cantidad de horas de exposición permanente en medios como radio Agricultura o el streaming de Youtube “Sin filtros”.
“Soy un hueón raro. No sólo por cómo me visto sino porque voy con la verdad de frente y le hablo a un sector al cual la derecha tradicionalmente no llegaba. Entonces hay políticos a los que les genero muchos problemas y otros que me ven como la renovación del sector. A mí me han bajado candidaturas y no entiendo por qué”, cuenta Francisco, quien deja en claro que en esta oportunidad espera una vuelta de mano de su partido por todo el esfuerzo hecho para posicionar las ideas derechistas en la ciudadanía.
“Yo vivo y respiro política, para mí es una profesión; me acuesto pensando en qué voy a decir mañana y me levanto pensando cuál es la cuña que voy a transmitir y la idea fuerza. Estoy rayado con el tema”, reconoce, no sin antes reconocer un alto grado de frustración por quedar siempre fuera de cualquier papeleta electoral.
“Sipo, primero como constituyente. Ya, ok, no era tan conocido, pero después a última hora me bajaron la de diputado por mis tierras, la Quinta Región, porque no se estaba cumpliendo con la ley de cuotas. Me saco la cresta por defender las ideas, trabajo 14 horas diarias, estoy metido en cuanto programa de televisión y radio me invitan. Entonces, si en las dos veces que intenté ser candidato no me pusieron fichas, me pregunto: ‘¿Estoy siendo cómodo, les gusto o no?’. Ahora tendrán que tomar la decisión sobre una futura candidatura y espero que esto no vuelva a pasar”, enfatiza, al paso que le pone nombre al cargo que espera desempeñar como abanderado RN.
“Ya no me interesa (ser constituyente). Quiero llegar al Congreso o ser alcalde; es mi sueño de chico. Espero que el sector no sea tan miope en cerrarme la puerta nuevamente. A lo mejor me voy a salir de madre, pero ese es el gran problema que tiene el sector, donde efectivamente los apellidos abundan y, cuando llega un Orrego que no es de la Democracia Cristiana, no lo pescan”, explica.
“Si no confían en que viene una generación de recambio, la derecha seguirá fracasando. Yo sé que el poder no te lo entregan y me he dado cuenta que hay que tomárselo y nos van a tener que escuchar”, finaliza.