Chile Vamos presentó este viernes los llamados límites rojos para el nuevo proceso constituyente, además de una serie de “garantías de un contexto de certezas y seguridades” para que la discusión “no se traduzca en un paréntesis institucional”. ”Los chilenos tienen un justo temor de volver a repetir la traumática experiencia de la Convención Constitucional. El mecanismo que encauce el proceso constitucional debe alejarse lo más posible de ahí”, partieron señalando a través de un comunicado, apuntando a la articulación del principio de participación ciudadana, la necesidad de la contribución de personas con experiencia y la legitimación democrática.
En ese sentido, contaron que “la fórmula concreta no surgirá del monólogo de ninguna fuerza en particular, sino que será, necesariamente, el fruto de puntos de acuerdo y convergencia, que coordinen los principios recién enunciados”. También reafirmaron su compromiso por elaborar una “buena y nueva Constitución”, apelan a recoger “lo mejor de nuestra tradición institucional”.
”El 62% que rechazó el texto de la Convención permite dar por sentado ciertos mínimos comunes, que debiesen ser planteados como principios del proceso constitucional. Así, asuntos como: la unidad del Estado del Chile; la existencia de tres poderes del Estado autónomos e independientes; la existencia de un Congreso bicameral compuesto por una Cámara de Diputados y Diputadas y un Senado; la protección del derecho a la vida; la protección del medio ambiente”, expresaron.
Luego, hicieron hincapié en “la protección de la propiedad; haciéndola extensiva a los fondos previsionales y al aprovechamiento de las aguas; la consagración expresa de Carabineros de Chile y las fuerzas de orden, en general, en un título autónomo; la protección del derecho a elegir en materia educacional, de salud y previsional; y la protección de un Banco Central autónomo, son temas fundamentales para dar seguridad a los chilenos”.
También propusieron la elaboración de un “comité técnico-político de delegados, donde en proporción a las fuerzas políticas con representación parlamentarias, personas con trayectoria en los asuntos públicos e institucionales puedan reunirse para iniciar un trabajo en dos dimensiones”.
Mientras que lo primero apunta a “la redacción de una propuesta de principios constitucionales, que deben incorporarse, expresamente, al texto de una futura reforma del Art. 142 y Art. 135 de la Constitución vigente”, lo segundo busca “una propuesta de itinerario que permita ofrecerle a las fuerzas políticas un camino de acuerdo para habilitar, en horizonte razonable, un plazo y mecanismo para la redacción del nuevo texto constitucional”.