La periodista del matinal “Contigo en la mañana” de Chilevisión, Monserrat Álvarez, no aguantó la risa al escuchar los coquetos y picarones mensajes que la carabinera -acusada de cohecho agravado y violación de secreto- intercambiaba con un hombre que se encontraba con arresto domiciliario por el delito de narcotráfico.
“¿Puedo ir a verlo más tarde en la noche?”, “Un ratito, afuerita”, fueron parte de los mensajes que leyó Luis Ugalde y que dejaron con carcajadas a la animadora, quien señaló que “es grave, pero sexi (...) Pucha, estaban enganchados”.
Los mensajes corresponden a los que enviaba la exfuncionaria de la Primera Comisaría de Angol, Camila Cáceres Gálvez a Roberto Carlos Soto Soto, a quien le avisaba cuando sus colegas lo iban a ir a fiscalizar, para corroborar que estuviera cumpliendo la medida cautelar en su domicilio. Información que entregaba a cambio de favores sentimentales.
-¿Hola, cómo está?
-Bien.
-¿Y por qué me habla tan así? -pregunta ella.
-Jajaja.
-Tonto.
-¿Qué pasó?
-Oiga, es que hoy día es probable que no vaya. ¿Me entendís o no?
-Ya- responde el hombre cortante.
-Hoy día nopo. ¿Ya me entiendes?
-Sí, ya caché.
En la primera conversación, se lee el intercambio de información, por la cual fue dada de baja de la institución policial, pero en la segunda, ella realiza el “cobro” por los datos entregados, reflejando el tono coqueto que tenían y que concretaban su amor a la rápida y en plena vía pública, según se lee en el intercambio de mensajes.
-¿Hola, cómo estás?
-Bien, ¿y usted cómo está?
-Bien, oiga ¿puedo ir a verlo más tarde en la noche?
-No sabría decirle, porque tenemos visitas.
-Pero un ratito, afuerita...Ahí donde siempre -Insiste la carabinera.
El sujeto no responde, pero ella vuelve a consultar.
-...Ya, oye ¿entonces no se puede?
-Pucha, altiro no sé, pero si me arresta un ratito, a la esquinita afuera, todo se puede hacer. Igual piola, pero tiene que ser más de noche sí, más oscurito.
-Ya, cuídate loquillo, ahí te voy a estar avisando -cierra la conversación la exfuncionaria, logrando su objetivo.
Sin embargo, en una tercera conversación, el chat cambia radicalmente de tono y pasa de lo sexual a las armas.
-Llevamos como un mes y tanto conociéndonos y no me ha hecho nunca nada. Puro que me cuentea.
-Yo le consigo de todo, todo, todo ¿Qué quiere que le consiga? ¿Un juguete? Le apuesto que después voy aparecer con un juguete y me va a decir ¡no, con balas!
-No, si quiero esa cuestión. Cuando aparezca voy a querer, al toque -respondió el traficante, haciendo referencia a armas.
Camila Cáceres quedó con las medidas cautelares de arraigo nacional y firma mensual y fiscalía fijó un plazo de investigación de 60 días. Todo por amor y conflicto de interés.