El olfato de la familia de Pola Álvarez, enfermera de la Clínica Cordillera que fue apuñalada cuando salía de su trabajo el pasado domingo 26 de junio, era correcto. Detrás del ataque estaba una excolega, quien la amenazó.
La PDI detuvo a dos personas por el ataque a la profesional, la excompañera de Pola y su pareja, esta última habría sido quien propinó las puñaladas.
Álvarez sigue hospitalizada y se mantiene “estable dentro de su condición”, tras recibir once apuñaladas.
El recinto médico añadió que la enfermera -por ahora- “no ha presentado complicaciones, encontrándose internada con monitorización continua en la Unidad de Pacientes Críticos”.
Compañeras de Pola se refirieron a la exfuncionaria sospechosa: “a ella le gustaba mucho humillar a las alumnas. No solamente a mí, sino que a todas las alumnas que tenía a cargo. Ella era muy denigrante con nosotros siendo alumnos. No era como que yo me sintiera en confianza. Cuando yo era interna, fue agresiva conmigo. Y perdón que lo normalice, pero en el área de la salud el ambiente es malo”.