Jaime Mañalich, exministro de Salud que estuvo en sus funciones durante el inicio de esta pandemia, se refirió públicamente a la realidad política tanto nacional como personal, y también al áspero presente sanitario que está viviendo el país.
En conversación con La Tercera, se refirió en primer lugar a los motivos por los cuales no terminó triunfando en las últimas elecciones parlamentarias: “En esta campaña aprendí mucho, estuve mucho en la calle y estoy muy agradecido con la gente que trabajó conmigo, pero en la evaluación, nunca estuve entusiasmado por la idea de ser senador. Tengo 66 años, o sea, la sola idea de pensar un cargo hasta que tenga 74 años me produce mucha dificultad”.
“Y, en segundo lugar, porque significa renunciar a algo que para mí es más importante: el trabajo académico, que es lo que más me gusta”, manifestó. Además, aclaró que “mi derrota, la atribuyo a que no estuve dispuesto a polarizarme como se polarizó el país, entre una derecha muy radical y una izquierda muy radical, pensando que mi vocación fundamental es el centro y honrar el compromiso con el candidato de la coalición que era Sebastián Sichel”.
Al ser consultado sobre si es que la lealtad tiene un costo, aseguró que no lo toma así, “pero el problema es que la lealtad no se puede transar. O sea, yo sigo siendo leal con el Presidente Piñera, mucha gente lo ha abandonado. Es algo que a mí me resulta completamente imposible, porque hay un compromiso de verdad con la persona y lo que la persona representa”.
¿Su postura sobre la Convención Constitucional? “Hay que reconocer que nosotros vivimos, cualquiera haya sido la voz o el motivo, una crisis institucional tremenda a partir del 18 de octubre, que se resolvió, por fortuna, institucionalmente a través del acuerdo por la democracia y que firmaron muchos, entre ellos el actual presidente electo”. aseveró.
En ese sentido, puntualizó que “a pesar de que hay personas que han dicho que hay que obstruir, a mí me parece que la actitud correcta es dejar que la Convención trabaje tranquila, con la menor interferencia posible del Parlamento, y atenerse a lo que está en el cronograma”.
Respecto a la situación sanitaria, Mañalich explicó: “Esta cepa produce una necesidad de entendimiento nuevo. ¿Por qué? Porque para nosotros la estadística fundamental que vemos todos los días es cuál es el número de casos, y se ha dicho que el número de casos podría llegar hasta 43.000. En esta cepa, ómicron, lo más importante es mirar cuánta gente se hospitaliza y cuánta gente fallece”.
“En ese sentido, lo que ya sabemos es que las personas que tienen dos dosis de vacuna más el refuerzo, tienen una disminución de probabilidad de hospitalizarse de un 90%, o sea, uno en 10 comparado con delta. En ese sentido, me parece que es esencial desde la estructura comunicacional del ministerio del gobierno marcar claramente que tenemos estos casos, tenemos estos hospitalizados, tenemos estos fallecidos”, complementó, revelando también que no es necesario retornar a las cuarentenas.