¿De qué trata la hepatitis tóxica?

También conocida hepatitis medicamentosa, conoce los detalles de la enfermedad

Los primero que hay que entender es que, en la mayoría de los casos, dicha afección es generada por el consumo desencadenado de algunos suplementos dietéticos, medicamentos y hierbas naturistas. Esta injuria hepática es conocida también internacionalmente con la abreviatura, DILI.

Una investigación realizada en Islandia, ha sido uno de los más determinantes a la hora de aproximarse al conocimiento de la incidencia. Con una población general de 366.425 personas, de ella 250.000 adultos (datos del censo 2020), se determinó un porcentaje aproximado de 19 casos por cada 100.000 habitantes por año.

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Formas y mecanismo de DILI

En una minoría de casos, el daño es directo o predecible. El estudio contó con dos grupos detallados para poder llegar a conclusiones certeras. En el primer grupo reflejó daños relacionados con la dosis ingerida y el mejor ejemplo es el paracetamol.

De todos los individuos que consumen una sobredosis (generalmente, intentos de suicidio), un buen porcentaje de ellos va a desarrollar daño hepático importante, usualmente dentro de horas a días. En la mayoría de casos de DILI, el mecanismo es “idiosincrático” y es impredecible. El DILI no se produce por haber tomado una dosis exagerada sino con las dosis normales, en una persona genéticamente predispuesta.

Señales

La hepatitis tóxica puede presentar síntomas similares a los de una hepatitis aguda (decaimiento, náuseas, ictericia, que es la coloración amarillenta de la piel o mucosas) o estar asintomáticos y ser detectados por las alteraciones de la hepatograma (aumento en las enzimas AST, ALT o fosfatasa alcalina y con menor frecuencia de la bilirrubina).

El diagnóstico definitivo es por exclusión, pero diagnóstico diferencial va ser de acuerdo a cuál es la alteración de laboratorio que predomina: cuando prevalece el aumento de AST, ALT, el médico tendrá que descartar todas las causas de hepatitis aguda (ejemplo, hepatitis por virus A, B, C, D y E, entre otras). En cambio, si predomina el aumento de fosfatasa alcalina, el médico tendrá que descartar enfermedades en las vías biliares (cálculos, tumores, etcétera).

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