El té de lavanda es una infusión bastante completa por las propiedades que aporta al organismo al consumirlo. Expertos afirman que beber a diario un té con este tipo de plantas medicinales te traerá múltiples beneficios ya que es considerada por ser antiséptica, sedante, antiinflamatoria, antivírica, astrigente, carminativa, diurética y antibacteriana, entre otras funciones.
En vista de esto, lo especialistas esta infusión, que es esencial para reducir la tensión y la ansiedad porque sus propiedades ejercerán un efecto calmante en la mente y emociones, ayudando así a combatir con padecimientos que provoca la ansiedad como el insomnio.
Por otra parte, estas plantas medicinales ayudan a mejorar la digestión y reducir problemas intestinales por nervios o por estrés, evitando problemas gastrointestinales como cólicos, inflamación intestinal y flatulencia.
Junto a estos beneficios, el té de lavanda también sirve para reducir la fiebre porque puede controlarla y estimular la transpiración del cuerpo, disminuyendo la temperatura corporal. Además, gracias a su efecto broncodilatador, estas plantas medicinales resultan muy útiles para los problemas relacionados con el sistema respiratorio.
Entre otro de los beneficios que trae el té de lavanda, está mejorar la salud bucal ya que ingiriendo una taza de este té podrás evitar el mal aliento, y también es efectivo para encías sensibles y además puede curar llagas, úlceras o heridas de la boca.
¿Cómo preparar el té de lavanda?
Para elaborar un té de lavanda se necesita una cucharada sopera rasa de lavanda seca, unas gotas de limón y una cucharada de miel. Para preparar el té, deberás comenzar colocando en un recipiente agua hirviendo, luego sumergir unas pocas hojas y flores secas de lavanda y dejarlo reposar por 10 minutos. Cuando haya transcurrido el tiempo, deberás colar el agua y consumir el té. Como sugerencia, podrás añadir una cucharada de miel para endulzar o añadir algunas gotas de limón para saborizar.