La falta de vitamina D en mujeres embarazadas aumenta en un 60% el riesgo de sufrir una mayor presión arterial por parte del bebé durante la primera infancia hasta la adolescencia. Así lo reveló una investigación realizada por la Universidad de Johns Hopkins de Estados Unidos, y que fue publicada en julio de este año. Esto quiere decir que las posibilidades de contraer una enfermedad cardiovascular por parte del recién nacido aumentan.
El estudio fue publicado en «American Heart Association Journal Hypertension». Para su desarrollo fueron evaluados 775 niños nacidos desde 2005 hasta los 18 años. Gran parte del grupo muestrario residía en un área urbana de bajos recursos y 68% era afroamericano.
El autor principal de la investigación, Guoyin Wang, concluyó que los hallazgos del estudio visibilizan que el tratamiento para el déficit de vitamina D, además de la suplementación durante el embarazo y primera infancia, podría ser un enfoque eficiente para la prevención de la hipertensión en niños.
En Chile existe un fuerte déficit de esta vitamina en la población y los números lo han confirmado. En la última Encuesta Nacional de Salud (ENS) se reveló que en mujeres de 15 a 45 años, el 84% tiene deficiencia – en un 12,3% es severa – y en adultos mayores de 65 años, un 87% tiene déficit.
¿Qué es la vitamina D?
La vitamina D es, en términos más específicos, una prohormona, que en forma natural se obtiene a través de la exposición directa de la piel a los rayos UVb del sol (90% de los requerimientos diarios). Luego, en el hígado y riñón, sufre procesos enzimáticos que la «activan». Posteriormente es transportada por el torrente sanguíneo y administrada a nivel celular.
La importancia de la vitamina D deriva en un buen desarrollo de huesos y dientes, mantenimiento de la función muscular (se reducen los riesgos de caídas en adultos mayores), absorción normal de calcio y fósforo en huesos y sangre. En la división celular normal ayuda a controlar el peso (azúcar en la sangre/diabetes). También mantiene buen funcionamiento del sistema respiratorio y apoya el buen desarrollo neuronal. Existe evidencia científica que la vitamina D es importante en el desarrollo cerebral.
Niveles insuficientes de vitamina D afectan a cerca del 60% de la población «sana» general. La doctora Mariana Pellerano comentó que la principal causa de déficit de vitamina D es la falta de exposición solar. Sin embargo, aunque existiera esta exposición solar, la cual varía según latitud geográfica y estacionalidad (verano/invierno), el solo uso de protectores solares necesarios para evitar cáncer de piel (sobre FPS 8) disminuyen 100% la síntesis de vitamina D bajo latitud 33° (de Santiago hacia el sur).
Es conocido que la falta de vitamina D se relaciona con el raquitismo, osteoporosis y trastornos de debilidad ósea, principalmente. Lo cierto es que esta insuficiencia puede desencadenar diversas otras patologías. Estudios han mostrado su relación con enfermedades como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, oncológicas, infecciosas, autoinmunes, cognitivas o mentales.
Te recomendamos: