La participación de Raquel Argandoña en “Podemos Hablar” valió cada peso del monto que le entregaron por ir al primer capítulo del año. Esto a que habló de todo sin tapujos y se abrió sobre uno de los dolores más grandes que ha vivido durante los últimos cuatro años: el alejamiento con su hija Kel Calderón.
Esta distancia es tan pública que cada acercamiento ha sido noticia, ya sea un saludo de cumpleaños a la distancia o un ramo de flores en el hospital. El año recién pasado han habido un par de encuentros que acapararon los titulares como la presencia de Raquel cuando Kel juró como abogada, su encuentro en Tailandia y la visita de Kel a su madre en una celebración de cumpleaños.
Eso sí, hubo otro acercamiento el cual no era público hasta ahora. En la entrevista que le realizó Diana Bolocco para el estelar de Chilevisión, la animadora contó que visitó a su hija para su cumpleaños, el pasado 14 de febrero en su edificio, el cual queda a media cuadra de su propio departamento.
Ella recordó ese 14 de febrero cuando ya estaba saliendo de una operación complicada, y después de grabar “Tal Cual” se dirigió al edificio de su hija. La animadora llevó un regalito al conserje para endulzarlo, y subió al piso donde vive Kel.
“Toco el timbre, me acuerdo perfecto, y no me abrían. Yo sabía que estaba porque le pregunté al conserje, estaba con Renzo (Tisinetti). En la puerta tienen el ojito típico, y yo me escondí por si miraban para que no me viera. Siento que dicen ‘¿Quién es?’, yo calladita, se abre la puerta y era Renzo”, relató.
Su reencuentro con Kel para su cumpleaños
La animadora contó que Renzo quedó sorprendido al verlo. Ella confesó que tenía reservas sobre él porque pensaba que la iba a incentivar a abuenarse con su mamá, pero no sucedió. Raquel le preguntó si es que estaba su hija y si la podía recibir cuatro minutos.
Quedó esperando en el umbral de la puerta hasta que recibió la afirmativa para que pasara. Al ser consultada sobre qué pasaba en su interior, Argandoña confesó que “me dolió todo, la guata”.
“Yo le llevaba un regalo muy simple que eran esas esencias para poner olor en la casa”, especificó. Diana destacó lo que puede llegar a ser una madre, implorando por solo cuatro minutos del tiempo de su hija con quien está distanciada.
“Es que es mi hija, le dije ‘si es que me podía recibir cuatro minutos’. Además, no toqué el timbre abajo, llegué y me pasé por todos los controles. En eso me dijo ‘no puedo creer que viniste a saludarme’”, recordó.
Sin embargo, Raquel reconoció que actuó fría ya que no sabía cómo reaccionar frente a Kel. “No quería emocionarme, ni llorar y hacer esta cosa de teleserie”, contó. La animadora contó que su hija la recibió de una manera amable, igual que su pareja, pero ella sólo quería escapar del lugar.
“Lo único que quería era verla e irme. Ella me abrazó, estaba sin maquillaje, era como mi niña, pero igual estaba Renzo presente, no estábamos solas. Le entregué el regalo, me dijo ‘qué linda estás, tan flaca que estás’ (...) Ahí les dije: ‘mi casa está a menos de media cuadra cuando quieran me van a ver’. Todo bien, pero pasó el año y nunca más la vi hasta el juramento”, cerró Raquel Argandoña.
