‘Anora’: Bajo el hechizo de Mikey Madison, una actriz de Óscar

Con una premisa anti Pretty Woman, el filme es un emocionante viaje al caos nupcial ambientado en el barrio ruso-estadounidense de Brighton Beach en el bar

‘Anora’ es la película del año, un filme que ganó la Palma de Oro en el pasado Festival de cine de Cannes y ya llegó a los cines. Al frente del reparto encontramos a Mikey Madison, una joven de 25 años, que se ha convertido con cuatro personajes en la nueva sensación de Hollywood.

El filme es una exploración reflexiva de las dinámicas de poder y la dura vida de las trabajadoras sexuales. “Ella es una persona muy vulnerable por dentro. Hay momentos en los que está muy herida, muy triste, pero lo oculta constantemente. No quiere que nadie la vea romperse”.

La parte más vulnerable de Nueva York donde se desarrolla ‘Anora’ es el polo opuesto al lugar donde creció Madison. Educada en el soleado Valle de San Fernando en Los Ángeles con sus padres, ambos psicólogos, y cuatro hermanos. Jinete profesional en su adolescencia, Madison siempre quiso ser actriz después de imaginarse a sí misma como Suzanne Collins, la protagonista de ‘Los juegos del hambre’. “Actuar ha sido mi pasión desde que mi madre me llevó a tomar clases de interpretación”, explica la joven.

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Escrita y dirigida por Sean Baker (‘The Florida Project’, ‘Red Rocket’), ‘Anora’ está generando muchos rumores de nominaciones al Óscar. “Yo vivo en el presente, no quiero pensar en el Óscar ni en las nominaciones. Me siento honrada de que piensen que puedo alcanzar una nominación, pero también me avergüenza pensar en ello”, dice la actriz.

Esta estrella en ascenso interpreta a una stripper llamada Ani, cuya vida descarrila cuando se casa impulsivamente con el hijo de un multimillonario ruso, interpretado por Mark Eydelshteyn, el Timothee Chalamet ruso. Cuando el oligarca se entera de la feliz unión, asigna a unos torpes secuaces para que intenten obligar a los amantes a anular su matrimonio. “Me entusiasma interpretar personajes antagónicos, mujeres que no son ni buenas ni malas, seres humanos con muchas capas y que moralmente se encuentran en un lugar muy gris”, apunta.

Madison se ha acostumbrado a interpretar papeles arriesgados, como su primera oportunidad; la ansiosa hija adolescente de Pamela Adlon en la aclamada serie ‘Better Things’. O su segundo papel con el que robó plano hasta al mismísimo Leonardo DiCaprio en ‘Érase una vez en Hollywood’ de Quentin Tarantino. La penúltima fue ‘Scream’ donde Baker quedó fascinado con ella y la contrató para ‘Anora’.

En el Festival de Cine de Savanah, sentada frente a mi con el pelo suelto y vistiendo una blusa en tonos blancos y negros, la joven me recuerda a Dakota Johnson. Como la hija de Melanie Griffith, Madison no tiene redes sociales, se ha educado en Los Ángeles y quiere mantener su vida lejos de la opinión pública. “Me encanta el cine, entre las actrices que me han influido destacaría a Isabelle Huppert y Cate Blanchett”, explica antes de cambiar las tornas y preguntarme quién me gusta en Hollywood.

Esta estrella en ciernes pasó su adolescencia actuando en películas estudiantiles de bajo presupuesto antes de conseguir el papel de Max en ‘Better Things’. Tres años más tarde, con 19 años, apareció en una de las películas estelares de la década: ‘Érase una vez en Hollywood’. Para el papel superó a actrices como Sydney Sweeney o Jenna Ortega. “Aprendí mucho de Quentin y de la experiencia de trabajar con él. Hacer su película revitalizó mi amor por el cine, recordándome la razón por la quiero ser actriz”.

Esa actuación, junto con ‘Scream’, convenció a Baker de que Madison era su actriz, hasta el punto de que escribió el guión de ‘Anora’ para ella. “Nunca había vivido algo parecido. Nunca había colaborado con un director mano a mano ni había tenido la oportunidad de trabajar sin ir a un casting. Es muy significativo que él descubriera algo en mí y me diera la oportunidad de mostrarlo”.

Baker había seguido el trabajo de Madison y cuando vio ‘Scream’, el fin de semana de su estreno, llamó a su agente al día siguiente para proponerle la idea de ‘Anora’, juntos trabajaron en el personaje durante un año antes del rodaje. Los preparativos para el papel fueron minuciosos: aprendió ruso, tomó lecciones de pole dance, habló con trabajadoras sexuales reales e incluso adaptó sus hábitos al personaje.

“Filmando la película, escuché una música muy diferente a la que estaba acostumbrada. Me hice una lista de reproducción de stripper que incluía canciones empoderadoras de rap y hip-hop de Cardi B y Megan Thee Stallion”, recuerda la actriz. Cuando le pregunto por qué elige personajes arriesgados confiesa su pasión por la psicología, dice que “siento curiosidad por la gente, por descubrir las muchas facetas de una persona”.

La película ‘Anora’ muestra un caleidoscopio de jets privados, discotecas, líneas de cocaína y sexo que en ciertos momentos parece una fabula absurda. “No me sentí incómoda en las escenas eróticas con Mark. No le conocía, pero fue muy divertido”. Para meterse en el personaje,  se dedicó a entrevistar bailarinas exóticas y estudiar su comportamiento.  Andrea Werhun, autora de las memorias ‘Modern Whore’, actuó como consultora en la película. “Para mí era importante hablar con mujeres reales que tienen una experiencia similar a la de Ani”, apunta Madison.

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Su alergia a la fama y a las redes sociales añaden misterio a este diamante en bruto que Hollywood está dispuesto a pulir. “Me mortifica la fama, no consigo acostumbrarme”, termina diciendo.

2 horas y 19 minutos

es la duración de la película.

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