Por estos días, la vida le sonríe a Pamela Díaz. Su canal de YouTube ha superado el medio millón de suscriptores y, evidentemente, aquella cifra habla de la calidad del contenido que elabora, en específico su programa de entrevistas “Sin Editar”.
“Es algo que quiero que siga creciendo. Obviamente, el día de mañana tengo el sueño de llegar al millón y delegar ciertos pedazos, como de gente que no conocen, talentos... Es como cuando yo partí tocando la puerta a mucha gente, quiero abrírsela a los que yo pueda darles una manito de ayuda”, comenta la “Fiera” sobre su éxito en la plataforma y eventuales proyecciones.
No obstante, la “Negra” también alberga otros desafíos en comunicaciones, los cuales ya tiene en carpeta para llevar a cabo pronto, tal como cuenta a Página 7.
“Viene mi programa de sexo y viene el programa con la Pamela Leiva, que vamos a hacer un podcast hablando de los problemas que tenemos las mujeres, que son muchísimos. Ya el existir... que un día estás bien, un día está mal”, adelantó Pamela.
“Me dan ganas como de hacer una pequeña charla”
“En eso vamos a estar, con varios proyectos nuevos, y que la gente se va a enterar a través de nuestras redes sociales”, añadió.
Pamela Díaz, dado el éxito que ha logrado en poco tiempo, podría decirse que ha creado su propia marca en el mundo digital. En este sentido, asegura que “a veces me dan ganas como de hacer una pequeña charla, pero yo soy anti coach. Yo partí como cualquier persona, obviamente con ciertos recursos más que otros porque trabajaba en televisión mucho tiempo”.
Sin embargo, la figura del espectáculo no olvida cómo inició en este nuevo mundo, al cual no había incursionado nunca antes.
“Cuando me empiezo a abrir en el tema digital y empezamos con Santana Medios, después les digo ‘me quiero independizar, quiero hacer mis cosas con mi equipo chiquitito’… y andaba igual que ustedes”, les señaló al equipo del citado medio.
“No tenía locación, pedía permisos y era como ‘puta, me agarran para el leseo en todos lados’. Muchas veces recibí humillaciones y dije ‘voy a seguir’, pero de verdad que es un costo”, admitió rememorando sus inicios.