Una de las participantes más queridas de “Gran Hermano”, Constanza Capelli, se vio envuelta en una tormentosa y, de acuerdo a los relatos de la bailarina, aparentemente abusiva relación con el polémico chico reality, Sebastián Ramírez.
En una cena que se realizó celebrando a los cinco participantes originales restantes, antiguos participantes mandaron saludos a los jugadores que seguían en la casa. Uno de ellos fue Sebastián, quien ignoró a su pareja del reality, y sólo saludó a su amiga “Pincoya”.
Cuando volvieron de la cena, le anunció a su amiga que ya era hora de dejarlo ir. Ella rasgó el nombre de Sebastián que estaba pegado en su muralla, que compartía un sector con el suyo. Lo arrugó hasta convertirlo en una pelota, fue al sector del lavamanos y los espejos, se lo mostró a Alessia y lo botó.
Las chicas que estaban en el lugar, la aplaudieron por aventurarse a dar el gran paso de dar vuelta la página. Cony se dirigió a su clóset para sacar la polera de Sebastián con la que se quedó, la cual conservaba entre sus pertenencias, y tal como lo hizo con el papel con su nombre, lo arrojó al tacho de la basura.
Ella realizó todo este rito cantando la canción “Corazón roto” de Brray, y lo cerró diciendo: “que se vaya lo viejo, que venga lo nuevo, cierto”.
