Un momento sumamente emotivo se vivió en “El Purgatorio”, cuando la reconocida modelo María Eugenia Larraín se contactó con su bebé que falleció, junto a la médium Marjorie Ulloa. En este especial segmento del programa, la numeróloga abrió su corazón y contó la desgarradora historia de su pérdida durante la pandemia.
Marjorie en una primera instancia dijo que se quería contactar un ángel con ella, quién era el bebé de María Eugenia, que fue nombrado Miguel en honor al arcángel Miguel. Inmediatamente, Larraín se emocionó al ser recordada de esta terrible pérdida.
“Fue muy triste”, partió contando entre lágrimas, “siempre con mi marido quisimos darle un hermanito a Sofía. Yo fui mamá a los 42 años, no fui mamá joven. De alguna forma, cuando creciera quería que ella tuviera un apoyo porque con mi esposo somos muy grandes, somos casi papás abuelas. No queríamos que cuando partiéramos a otro plano, no queríamos que estuviera sola”, continuó.
“Es difícil para mí no tener pena”
“Por eso cuando me dijeron que estaba embarazada fui la persona más feliz del mundo, y después tuve Covid. Estaba toda mi familia internada en la UCI, súper grave, mi marido también. Yo también estuve internada una semana”, agregó muy emocionada.
“Fue muy triste, cuando me enteré que lo había perdido nadie me pudo abrazar, lo pasé súper sola. De hecho, todas las personas que entraban estaban disfrazados, te hacían sentir como que eras una peste. Claro, tenían miedo a contagiarse y nadie se acercaba a ti, y sólo me dijeron de lejos: ‘estos son los resultados, lo perdiste, lo siento’, y se fueron”, añadió María Eugenia.
Una vez que Kenita salió de la clínica, su marido fue internado con Covid, “en ese momento no habían habitaciones, fue un momento súper crítico del Covid, y de hecho, mi papá fue compañero de habitación de mi marido, y todos estuvieron súper mal”, recordó.
“De alguna forma, nunca pude llorarlo porque estaba tratando de salvar a toda la familia, y estaba sola con mi hija haciendo que todo estaba bien para que ella no sufriera, y no lo pasara mal. Yo por dentro estaba destruida, y nunca tuve el abrazo de mis seres queridos”, confesó Kenita.
“Yo sé que estoy en un proceso de duelo, pero claramente no sé si lo voy a poder superar alguna vez (...) es difícil para mí no tener pena”, aseguró María Eugenia Larraín entre lágrimas.