Salma Hayek volvió a ser tendencia durante la entrega de los premios Oscar por su gran belleza y carisma. La actriz dejó atónitos a todos con un ceñido vestido completamente bordado de lentejuelas rojo fuego, posicionándose como una de las favoritas del desfile de estrellas.
Eso sí, no estuvo sola pues su hija Valentina Paloma Pinault fue su acompañante de lujo. La joven apenas tiene 15 años pero ya sigue los pasos de su madre para convertirse en un referente de estilo.
La nostalgia detrás del vestido de Valentina
Valentina apareció con un vestido rojo de escote strapless Isaac Mizrahi, con acento en la cintura y una amplia caída de falda. Complementó el look con un delicado collar de perlas y un minibolso de Jackie de Gucci plateado. Para el peinado optó por un toque sofisticado con ondas al estilo de Hollywood de los 50.
Pero el detalle que encantó a todos fue que dicho vestido fue el mismo que lució Hayek hace 26 años en la gala Fire & Ice Ball en California. Así lo reveló su estilista Rebecca Corbin-Murray.
Las críticas a la hija de Salma Hayek
Aún cuando el mundo alabó el paso de Salma y su hija por la alfombra roja, no faltaron quienes sólo se dedicaron a criticar a la joven por sus gestos.
“Siempre con su carita, de por si no es muy bonita que digamos y luego con esas caras pfff”; “Es muy bonita la hija de Salma, pero ¿por qué hacer cara de pujidooo? Si sonríe resalta su belleza”; “La cara de la hija parece que está enojada todo el tiempo... nada bonita”; “Ella siempre sale con cara de fuchi según ella para verse más top pero se ve amargada, no luce, o sea se ve súper forzada mal”; “Muy bellas las dos pero la hija toda malencarada”; “¿Y esos gestos de la hija? Tiene cara de que comió alacranes”; “Me encanta la cara de felicidad que tiene la niña”; expresaron usuarios de redes sociales.
Ésta no es la primera vez que Valentina se vuelve blanco de críticas ya que cuando apareció junto a su madre en una entrevista para Vogue, internautas la señalaron por supuestamente estar “llena de cirugías” desde tan temprana edad.
Por suerte, en medio de la oleada de críticas, algunos han salido en defensa de la joven, recordándole a los haters que apenas tiene 15 años y que no tendrían por qué estar opinando de ella ni de su cuerpo.
Si bien Valentina no es una figura pública como Salma Hayek, creció entre los reflectores. Esto la ha llevado a decir que sí está interesada en pertenecer a la industria y seguir los pasos de su madre.
“Me gustaría ser actriz y después directora porque eso es lo que tiene sentido en mi cabeza. Además, creo que debe ser más complicado ser director si no tienes experiencia del otro lado de la pantalla, eso podría ayudar a dirigir”, dijo a Vogue el año pasado.
