La famosa modelo e influencer chilena Kel Calderón celebró su cumpleaños número 32 en una gran fiesta en el local Malvaloca de Vitacura, propiedad de su pareja, el chef Renzo Tissinetti. La ocasión fue especialmente significativa para Kel, ya que tuvo la oportunidad de celebrar su cumpleaños rodeada de sus amigos, familiares y seres queridos, incluyendo a su padre Hernán Calderón y su madrina Nancy Huenupe.
Aunque ya había celebrado su cumpleaños el 14 de febrero en México con su novio, esta segunda celebración en su ciudad natal de Santiago, Chile, fue igualmente especial. Kel compartió algunos detalles de su gran noche en las redes sociales, donde publicó fotos y videos de la fiesta, incluyendo una imagen de ella misma y su padre cantando “Cumpleaños Feliz” juntos.
Kel, quien es hija de la presentadora de televisión Raquel Argandoña, había confesado anteriormente que su cumpleaños no era una de sus fechas favoritas, pero esta celebración en compañía de su novio y seres queridos la hizo cambiar de opinión. La modelo agradeció el cariño y las felicitaciones que recibió de sus amigos y seguidores en las redes sociales, lo que hizo que la noche fuera aún más especial.
Entre los invitados de la fiesta se encontraban la amiga cercana de Kel, Daniela Castro, y Helenia Melán, entre otros. La influencer Kel Calderón compartió en sus historias de Instagram varios momentos de su celebración de cumpleaños, en la que disfrutó de la música, el baile y unos cuantos tragos de tequila con sus amigos. Sin embargo, los efectos de los tragos se hicieron notar al día siguiente, dejando huella en la modelo.
Kel recibió entradas para asistir al concierto de la reconocida artista Christina Aguilera, como regalo de cumpleaños. Evento al que acudió acompañada de su pareja, el chef Renzo Tissinetti, y a pesar de haber disfrutado de una gran noche, no pudo evitar notar las ojeras que le dejó la celebración. En una publicación en sus historias de Instagram, Kel bromeó sobre su apariencia, escribiendo “Nótese el nivel de ojeras debajo de mis pobres ojos”.
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