El pasado 28 de octubre Netflix estrenó la tercera temporada de Luis Miguel, la serie, que presentó nuevos detalles sobre la biografía del cantante, algunos desconocidos por muchos.
Como la vez que enfrentó problemas con la justicia debido al opaco manejo de sus finanzas, que lo llevó a la bancarrota pese a tener una exitosa carrera musical.
La verdad tras el arresto de Luis Miguel que apareció en la serie
El año 2017 fue difícil para el artista nacido en Puerto Rico, nacionalizado mexicano, ya que fue detenido en Estados Unidos debido a una demanda que perdió contra uno de sus últimos representantes, William Brockhaus, conocido como Bill.
Según medios mexicanos, él le reclamaba el incumplimiento de su contrato y el pago del 10 por ciento de las ganancias de las presentaciones del intérprete de La Bikina de todo un año, por lo que había puesto una demanda en 2015.
En julio de 2016 la corte de Nueva York “falló a favor de Brockhaus y dictó una indemnización que ascendía a poco más de un millón de dólares; Luis Miguel desacató la orden del juez e hizo caso omiso del pago”, reportaron.
Por esta razón, fue a parar en la cárcel durante varias horas, pero rápidamente fue puesto en libertad tras pagar una fianza de un millón de dólares.
En Luis Miguel, la serie, se muestra que los agentes llegaron a la residencia del también productor para ser detenido y este les responde “¿saben quién soy?”, algo que no se sabe si es verdad, pero sí es correcto que su mejor amigo lo salvó del escándalo público.
Conforme con la misma fuente, Miguel Alemán Magnani, nieto del expresidente de México, lo ayudó para que las fotografías en las que sale esposado y capturado no salieran a la prensa, lo que le evitó que su popularidad cayera.
Sin embargo, tras este episodio ambos llegaron a un acuerdo, la deuda fue cancelada y hoy en día no tienen ningún tipo de relación.
