Con el “Big Three” cerca de llegar a su término, sobre todo tras el retiro de Novak Djokovic en las semifinales del Abierto de Australia, dos jugadores están llamados a sucederlos. Uno de ellos es el español Carlos Alcaraz, quien, con 21 años, ya ha sabido dominar todas las superficies y ganar cuatro títulos de Grand Slam, faltándole justamente el del torneo oceánico, donde precisamente fue eliminado por el serbio en los cuartos de final. El otro es el italiano Jannik Sinner (1º), quien, con 23 “primaveras”, empieza a consolidarse como el dueño indiscutido del cemento. Así lo ratificó luego de conseguir el bicampeonato en Melbourne, con una cómoda victoria por 6-3, 7-6(4) y 6-3 frente al alemán Alexander Zverev (2º), en dos horas y 42 minutos.
Tan sólido fue el triunfo, que el nacido en San Candido no le dio ninguna oportunidad de quiebre a su rival durante todo el partido. Eso, pese a que el germano llegaba más descansado, pues sólo había tenido que jugar un set en las semis antes de que “Nole” abandonara.
Por contraparte, el “tano” se generó una decena de ocasiones de rompimiento, de las cuales aprovechó dos, suficientes para inclinar la balanza a su favor en la primera y en la tercera manga. En la segunda estuvo más preciso en el tie-break, desempate en el cual terminó de desnivelarse definitivamente el encuentro.
En el duelo entre los dos primeros ubicados del ranking de la ATP, el tenista de Italia dejó claro que las posiciones son una mera circunstancia. El teutón nunca ha podido dar ese paso adelante y levantar una copa en un “major”, ya con tres finales perdidas, mientras que su verdugo dominical junto a “Carlitos” parecen haber llegado para tomar la posta que la generación de “Sascha” y sus coetáneos no supieron heredar.
No hay con qué darle en cancha dura
Dentro de este nuevo duopolio, apenas amenazado por los últimos estertores del “Djoker”, el actual número uno se ha convertido en el dominador absoluto de las canchas duras. Aparte de las dos consagraciones seguidas en Oceanía, se quedó con el pasado US Open.
De hecho, de sus 19 trofeos, 17 fueron en pista rápida, con solamente uno en pasto y otro en arcilla. Y esas coronas no incluyen las últimas dos ediciones de la Copa Davis, donde guió a su país rumbo al título en la misma superficie.
La hegemonía que está comenzando a establecer el bicampeón del certamen australiano, ante algunas dudas de su némesis “hispano”, se ve reflejado en el escalafón planetario. En la actualización de este lunes, aparecerá con 11.830 puntos, contra 8.135 de su víctima de este domingo y 7.010 del ibérico, quien ocupa el tercer casillero.