Hace exactamente siete años, la selección chilena iba por su tercer título en igual cantidad de temporadas. Tras no haber levantado ningún trofeo en más de un siglo de vida, desde 1910 en adelante, la “Roja” había ganado dos veces la Copa América, en el 2015 en casa y en el 2016 en Estados Unidos, mientras que el 2 de julio del 2017 buscaba consagrarse en la Confederaciones de Rusia.
Sin embargo, esa fatídica jornada en San Petersburgo, con el error de Marcelo Díaz que significó el triunfo por 1-0 para Alemania en la definición, dio inicio a un declive del combinado nacional que parece no tener fin. Desde entonces han pasado cinco entrenadores por la banca criolla, además de un técnico interino, que en los partidos oficiales, que son los que realmente importan, no han podido encontrarle la vuelta al equipo.
En este ya largo período de tiempo se han disputado tres ediciones del torneo continental en curso por estos días y también tres Eliminatorias sudamericanas, el cierre de una de ellas -para el Mundial del 2018- y el comienzo de otra -para el certamen planetario del 2026-, y los resultados han sido verdaderamente paupérrimos. En este lapso, el “Equipo de Todos” suma apenas 10 victorias en encuentros por los puntos.
Juan Antonio Pizzi consiguió una, Reinaldo Rueda logró tres, Martín Lasarte acumuló cinco y la restante corresponde a Eduardo Berizzo. Ricardo Gareca no pudo celebrar en sus primeros tres duelos que repartieron unidades, mientras que Nicolás Córdova solamente alcanzó a dirigir un cruce clasificatorio.
En esta etapa, el conjunto chileno tuvo 42 presentaciones de carácter oficial, donde aparte de esa exigua decena de festejos, sufrió 21 derrotas y cosechó 11 empates. En resumen, tiene un pobrísimo rendimiento de 32.5 por ciento.
Un problema sin solución
Una de las grandes explicaciones de esta debacle de la Selección pasa por la falta de gol. Parecía que el “Tigre” había conseguido solucionar el problema del finiquito en sus tres amistosos iniciales al mando, donde su escuadra convirtió ocho tantos.
No obstante, en la Copa América en desarrollo, este inconveniente reapareció con más fuerza que nunca. De hecho, el elenco patrio se despidió del campeonato sin anotar por primera vez desde la lejana versión de 1917.
Es más, el cuadro rojo lleva seis choques sin poder marcar, ya que en las Clasificatorias viene de perder por 3-0 en Venezuela, de igualar 0-0 con Paraguay en Santiago y de caer por 1-0 en Ecuador. Los últimos goles fueron en el 2-0 sobre Perú en casa.
En total, desde la segunda diana a los “incaicos” en el estadio Monumental, obra de Marcelino Núñez a los 91′, Chile lleva 540 minutos sin llegar a la red en un lance con puntaje en juego. Y, lo que es peor, se genera muy pocas oportunidades.
Gareca tiene mucho trabajo por delante de acá a septiembre, cuando toque visitar a Argentina y recibir a Bolivia en el reinicio del camino mundialista. El panorama, sin un artillero encendido, vuelve a asomar poco alentador.
