Como diría la canción de la colombiana Shakira, el VAR y el árbitro de su mismo país, Wilmar Roldán, fueron totalmente “ciegos, sordos y mudos”. Esto, luego que se revelaran los audios de los jueces al ver el brutal codazo que el jugador canadiense le pegó en el mentón al chileno Rodrigo Echeverría, dejándolo tirado en el suelo.
“Cayó uno”, dice el audio del VAR. Luego, otro de los observadores -con la posibilidad de revisar las imágenes una y otra vez, en distintos ángulos e incluso en cámara lenta- dice: “Déjala correr. Para mí no fue nada, nada”. Ante esto, el cuarto árbitro, señala que el golpe ”no fue para pegar”.
Con esas tres opiniones, Roldán concluye que no fue un golpe de Moïse Bombito, sino que “le pone el brazo así no más”.
Ante, esto, la Conmebol se refirió a la escandalosa agresión que empaña la credibilidad de la Copa América y reconoció que “se configura como conducta violenta y tarjeta roja”.
“En el minuto cuatro en una reanudación de tiro de esquina, no estando el balón en juego, un atacante de blanco (Canadá) golpea con el codo en la cara del jugador de rojo y azul (Chile), lo que se configura como conducta violenta y tarjeta roja (…) (El VAR) confirma incorrectamente la decisión de campo”, indicó el cuestionado organismo internacional, sobre la violenta jugada, consignó CNN Chile.
Polémica doble tarjeta amarilla
Además, otra de las polémicas que surgieron es que Roldán habría recibido la indicación desde el VAR de colocar la doble tarjeta amarilla al chileno Gabriel Suazo, lo cual está prohibido. Por lo tanto, sería otra falta del juez, quien está postulando para la tarjeta roja definitiva. Tal como pidió el presidente de la ANFP, Pablo Milad, señalando que el colombiano merece “suspensión indefinida y definitiva”.
