Desde el Torneo de Clausura 2017, cuando se consagró campeona por última vez, Universidad de Chile se ha transformado en una verdadera trituradora de técnicos. Como los entrenadores duran poco y nada, Azul Azul ha debido recurrir constantemente a los interinos, incluso repitiéndolos, como es el caso de Sebastián Miranda, quien este jueves arrancará su segundo ciclo en el banco de la “U” en menos de un año.
En un lustro, los “laicos” han tenido seis interinatos, sin contar el que comenzará esta semana de la mano del exlateral derecho. Si bien ha habido inicios aceptables, que han derivado en oficializaciones en el cargo, al final estas apuestas no terminan dando buenos resultados, sino todo lo contrario, agudizando las crisis.
Uno de estos ejemplos es Esteban Valencia, quien tuvo una primera pasada por el banquillo “azul” derechamente mala, aunque la segunda empezó de gran manera, tras la salida de Rafael Dudamel, lo cual le valió la confirmación al mando por parte del entonces gerente deportivo Luis Roggiero. Sin embargo, la campaña del “Huevito” sufrió un fuerte declive después de perder el “Superclásico” y eso le costó la salida, dejando al equipo al borde del descenso y en manos de otro interino, Cristián Romero.
Hernán Caputto vivió una situación similar, pues le tocó tomar las riendas del “Romántico Viajero” luego del período encabezado por Alfredo Arias. El otrora arquero también levantó la performance del cuadro estudiantil y fue ratificado para el certamen siguiente, pero igualmente se fue desinflando con el correr de la temporada, con muchos empates entremedio, y finalmente fue desvinculado para darle paso a otra figura de la casa, Marcelo Jara.
Los demás adiestradores provisorios en estos cinco años han tenido corta vida, incluidos el ex delantero recién mencionado, “Relojito” y el propio Miranda. Los únicos que alcanzaron un rendimiento del 50% fueron el otrora atacante y quien tomará el fierro caliente pasado mañana, con apenas dos y cuatro partidos dirigidos.
