Una pareja decidió ir a ver un concesionario de automóviles de lujo con su hijo de tres años en China, sin imaginarse que la visita le saldría muy cara.
De acuerdo al portal australiano 7 News, el menor tomó una piedra y rayó al menos diez de los vehículos, incluyendo un modelo que está tasado en más de $21 millones.
Ante lo ocurrido, la concesionaria demandó al padre del pequeño por los daños, afirmando que no iban a poder vender los automóviles como nuevos, ya que sería publicidad engañosa. En ese sentido, tendrían que ser puestos en venta como modelos usados, bajando su valor.
Por dicho motivo solicitaron además una indemnización justamente de $21 millones, indicando también que el monto podía subir tras hacer una evaluación más detallada.
Finalmente, el padre rechazó la acción y llegó a un acuerdo con la concesionaria, por lo que pagará una cifra de poco más de 7,5 millones.