Si eres de los que cada mañana llega a la oficina, toma una taza de la cocina, se prepara café y empieza sus mañanas, tal vez deberías considerar la posibilidad de empezar a usar una taza personas y que nadie, pero nadie más la tome, mientras trabajas.
Cuál es la finalidad de esto, pues resguardar que tu taza se contamine con materiales indeseados y se transforme en una fuente de bacterias que podrían enfermarte.
Es que los utensilios para comer que existen en los lugares de trabajo, de acuerdo a un estudio encargado por TotalJobs y realizado por la doctora Lisa Ackerley, en Inglaterra, determinó que 1 de cada 5 tazas está contaminada con materia fecal, y que esa contaminación proviene de los compañeros de oficina.
El problema, radica en que el 25% de las personas de una oficina -proporcionalmente hablando- no se lava las manos después de ir al baño a hacer del dos en horario de trabajo.
Lava y guarda
La especialista en higiene a cargo del estudio, señaló que para evitar los riesgos de la contaminación, lo que debe hacer cada trabajador es usar su propia taza y no dejar que nadie más la tome. «Lo que sea que hagas, no dejes nunca tus tazas o botellas para el agua fuera de tu cajón durante el día o la noche».
«El agua no es estéril y las bacterias se acumularán de la noche a la mañana», aclara además la especialista, según reproduce el diario inglés The Mirror.
Por eso, la doctora Ackerley insiste que cada trabajador «idealmente, debe tener su propia taza y botella al trabajo y nunca los debe compartir sus colegas».
Pero ojo, porque las tazas no son los únicos objetos contaminados con materia fecal, porque de acuerdo con el mismo estudio, un escritorio tiene en promedio 400 veces más bacterias que un asiento de inodoro.
Por eso, es que si eres de los que comen en el mismo lugar donde trabajas, tienes más posibilidades de contraer enfermedades asociadas a bacterias.
