No es un buscador de tesoros ni nada por el estilo, pero el bombero escocés Scott MacLucas-Paton, tuvo la suerte de cruzarse con algo que muy pocas personas logran ver en la vida, el final de un arcoíris.
El hombre de 48 años, hacía un trekking el martes por la montaña Am Basteir cuando descubrió que el arcoíris que lo había acompañado por un rato parecía terminar cerca suyo.
Siguió caminando y finalmente lo encontró, el final del arcoíris y como si fuera poco, algo que parecía oro.
Scott tomó una fotografía del extraño hallazgo aunque el «oro» que se veía no era otra cosa que una zona soleada que tomaba un color amarillento.
«Fue un día frío con sol, aguaceros, aguanieve y muchos arcoíris», dijo al diario inglés The Sun, luego que la foto del final del arcoíris se viralizara.
Cómo se forma un arcoíris
Un arcoíris es un fenómeno óptico y meteorológico que consiste en la aparición en el cielo de un arco de luz multicolor, el que se origina por la descomposición de la luz solar en el espectro visible. Esto tiene que ver con la refracción luego que los rayos del sol atraviesan pequeñas gotas de agua contenidas en la atmósfera terrestre.
Está compuesto de arcos concéntricos de colores, sin solución de continuidad entre ellos, con el rojo hacia la parte exterior y el violeta hacia el interior.
Cuando se viaja en avión, el arcoíris se puede observar en forma de círculo completo.
Leyendas y mitos
Los arcoíris son fenómenos tan llamativos que su aparición generó una serie de mitos y leyendas en las civilizaciones antiguas. Para los indues, el arco iris era la reverencia de Indra, su dios del fuego y el trueno.
Los Incas por su parte, decían que kuichí o el arco iris era el hijo de la lluvia que era capaz de atrapar al sol y la luna.
Para los griegos el secreto lo tiene la diosa del aire «Iris», quien con esta creación trae un mensaje del cielo. Se cuenta, que Iris tiene su cabello muy largo del color del cielo y cuando vuela lleva mensajes a los dioses.
Sin embargo, el más conocido mito es el que surgió en Irlanda, donde la leyenda cuenta que al final del arco iris hay una gran olla custodiada por Leprechaun (duendes), criaturas de la naturaleza, sumamente traviesos, al individuo que quiera llegar al final le ponen obstáculos en un camino largo y difícil pero si logra llegar, al termino del arco iris tiene su recompensa, los Leprechaun «le regalan una gran olla llena de pepitas de oro».