La estación de tren Bad Mitterndorf, en Austria, sufrió un fenómeno extraño. Y es que la línea que atraviesa los Alpes Ausriacos tuvo a una inusual pareja como pasajeros.
Una preciosa yegua llamada Frida, acompañada de su mejor amigo, Benni, alteraron el orden del tren.
Tanto desorden generaron que el conductor del tren tuvo que actuar de manera inmediata. A través de los megáfonos ordenó a la pareja bajarse inmediatamente.
Una triste situación, ya que habían dejado pasar dos trenes antes de que lograran entrar, tal como si estuviera en un metro santiaguino en horario punta.
¡Abajo!
Y así, el jinete y su caballo debieron abandonar la estación sin lograr llegar a su destino. Sin embargo la compañía no tomó acciones legales en su contra, sino que todo lo contrario.
Poniéndole ahínco en que esperaban que una situación así no se repitiera, pero tomándoselo con humor publicando en su cuenta de twitter que sólo aceptan en sus trenes animales «pequeños e inofensivos», como perros.