Una positiva noticia dio a conocer la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) acerca de la evolución del peligroso agujero en la capa de ozono sobre la Antártica, que fue divisado por primera vez en la década del 80 y que ha mantenido en alerta a la comunidad internacional, por los efectos que podría tener en el planeta.
De acuerdo con e análisis de imágenes tomadas por el satélite Copernicus Sentinel-5P en noviembre de 2017 pasado, los investigadores de ESA concluyeron que la inminente amenaza quedó atrás, debido al cierre del agujero.
«Las primeras recuperaciones de ozono de Copernicus Sentinel-5P muestran el cierre del agujero de ozono sobre el Polo Sur en noviembre de 2017», publicaron a través de su página web.
«Con un ancho de franja de 2600 km, el instrumento Tropomi de Sentinel-5P mapea el ozono global a diario y contribuye a la atmósfera de Copérnico Servicio de Monitoreo para apoyar las políticas públicas relacionadas con el monitoreo del ozono y la salud pública», agregaron.
No es la primera vez que se da a conocer una noticia positiva al respecto, pues ya hace un par de años, los científicos habían identificado los primeros signos de «curación» de la capa de ozono en la Antártica.
En esa oportunidad afirmaban que el agujero había disminuido en más de 4 millones de kilómetros cuadrados su tamaño, en comparación con el registrado el año 2000.
Sobre las causas del cierre, los especialistas señalaron que podría tener relación con el cumplimiento del Protocolo de Montreal, firmado por todos los países del mundo en 1987, en el que se prohíbe el uso de clorofluorocarbonos, que destruyen la capa de ozono.
Sin embargo, pese a las buenas noticias, los científicos afirmaron que no pueden asegurar que el agujero no aparezca de nuevo.
Fuentes emisoras
Junto con la positiva información, hace un par de días finalmente se pudo detectar la fuente que desde hace unos meses ha generado emisiones de gases contaminantes que intrigaba a los científicos.
Unos meses atrás se había levantado la alerta sobre este tema y finalmente los investigadores de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA) del Reino Unido, detectaron la presencia de CFC-11 o clorofluorocarbonos-11 desde casas en construcción en China.
El peligroso elemento está siendo utilizado en la industria de la construcción del gigante asiático. El altamente dañino gas es empleado como agente de espumación para la fabricación de paneles de aislamiento de las casas.
Si bien ofrece beneficios económicos a la hora de construir, terminan siendo peores las consecuencias de su uso.