- Comunicador multifacético, experto en marketing y redes sociales y emprendedor por naturaleza.
¿Vieron “Rogue One”? A mi gusto, la mejor película de “Star Wars”. El anverso de la blancura de la primera trilogía.
Ésta no es una elección aburrida: esto es el “Rogue One” de 2011. Una elección que navegamos a ciegas entre la burbuja de filtro de Facebook, el descrédito mundial de las encuestas, la guerra taxis vs. apps, la confusión de los medios y sus financiamientos con la explosión de los móviles. Todo junto. Pero llegamos a esto el 2011. Hoy casi todos son los mismos personajes.
El final del proceso fue la consolidación de candidaturas provenientes de esas expresiones (Jackson, Boric, Vallejo, como íconos) y la reaparición de Bachelet como la única persona que podía unificar esos mundos con los que dudaban del entusiasmo A.K.A laguismo, DC, expresiones liberales.
El factor Caval Uberización de la economía, abandono de la lógica emprendedora del piñerismo, cadena mediatica contra las reformas todo atentó contra la comunicación del Gobierno, que heredaba todos los pesos de la Concertación con el mantra “la mejor política comunicacional es no tener política comunicacional”.
Como en “Rogue One”, no hay los planos. Y encima todos las alianzas están confundidas y peleadas.
Por eso, hay que ver a cada personaje en su contexto.
Piñera está haciendo su mejor y peor campaña en la historia. Tiene todo a favor. La mejor franja (la única que no te dan ganas de suicidarte mirando) y un discurso que engancha con todo lo que el Frente Amplio nunca entendió: la gente no quiere el discurso setentista. Quiere estar tranquila y con derechos, claro, pero no busca “el hombre nuevo”. No: quiere el auto nuevo, la casa nueva, la vida tranquila. Y estos chicos tienen de prioridad sin decirlo el subsidio al stand up, al libro de editorial independiente y al cine arte antes de entender que el que maneja un Uber no quiere manejar un Uber ¡quiere cash! Viven una lógica abúlica y editorializante. Fantasean con un kirchnerismo que no alcanzó a llegar.
El problema es que a la vez, los consejeros de Piñera son pésimos, porque atraen el odio. No es el primer Piñera, el no amenazante, y está cometiendo el peor error: la izquierda chilena es adicta a los Darth Vader. Se pelean siempre todos (no saben convivir) hasta que encuentran el villano. Y eso puede arruinar el pan en el horno.
ME-O está en una batalla por no ser el último. Y eso que partió con el discurso más maduro de la centroizquierda. Pero nunca se pudo sacar el avión de encima. Y eso lo tiene muy descentrado.
De Guillier no sabemos si es un idiota o un genio. Pero algo tiene que ser. Y parece que a diferencia del resto del progresismo lógicamente entiende los medios. Y sabe que acelerar ahora, cuando no hay nada claro más allá del resultado del 19 puede ser fatal. El silencio lo salva.
Y Kast, ojo: puede ser la gran sorpresa. Porque unifica a los que están aburridos de los chirlitos de la nueva izquierda. ¿Conocen lo que pasó con un tal Donald Trump, progres? También es culpa de ustedes. Los aleonan, aquí vienen.
Parece que el imperio contraataca.
Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro