Con una votación de 437 sufragios a favor y sólo siete en contra, el Congreso de Brasil aprobó la destitución de la diputada evangélica Flordelis dos Santos, acusada por la justicia de su país de haber ordenado el asesinato de su esposo, el Pastor Anderson do Carmo, en junio de 2019.
Con esta decisión parlamentaria, la ahora exlegisladora brasileña deberá responder en la justicia por los cargos que se le imputan en un crimen de alta connotación pública en Brasil.
Las pruebas de la investigación fueron contundentes y la causa principal para que el pleno del Congreso tomara la decisión, considerando que «no hay duda de la participación de la señora Flordelis en el asesinato de Anderson do Carmo», según señaló el diputado y relator del caso Alexandre Leite.
La ahora exparlamentaria Dos Santos, una líder evangélica de 60 años, fue imputada en los tribunales de Río de Janeiro por haber organizado el asesinato de su marido, un pastor cristiano de 42 años, con la complicidad de siete de sus 50 hijos, entre naturales y adoptados, así como de una nieta, por motivos relacionados a peleas por dinero y poder en el credo evangélico.
«La relación entre la diputada y su marido, según las conversaciones interceptadas, ya venía hace mucho tiempo en mal camino y mal manejada, hasta que llegó ese fin trágico», informó Leite.
Durante estos últimos meses, la mujer había permanecido en libertad respecto del caso gracias a la inmunidad que le otorgaba su cargo de parlamentaria, sin embargo desde octubre del año pasado recibió la cautelar de la justicia local de usar una tobillera electrónica ante la posibilidad real de escapar del país.
Los crímenes que se le atribuyen a la diputada
«Cuando el tribunal me absuelva, cuando ustedes se vayan a dormir, se van a arrepentir de haber condenado a una persona que aún no fue juzgada», fue la respuesta de la parlamentaria ante sus pares una vez conocido el fallo del Congreso en su contra.
El crimen del Pastor Do Carmo causó gran revuelo en Brasil, considerando que la policía lo halló muerto en el garaje de su casa y con 30 balazos recibidos de parte de su hijastro, Flávio dos Santos Rodrigues, hijo biológico de Flordelis.
En una primera instancia, la Fiscalía de Río de Janeiro atribuyó el asesinato a circunstancias relacionadas con evidentes tensiones creadas a partir del «riguroso control de las finanzas familiares» que mantenía Do Carmo, quien así se aseguraba de impedir darle «un trato preferencial» a las personas más próximas a su esposa.
Antes de concretarse el asesinato del religioso, la acusada habría tratado de envenenar la comida o la bebida de su marido en por lo menos seis ocasiones. Y según informan los medios locales, está imputada en la justicia por los cargos de homicidio calificado, asociación delictiva, falsedad ideológica y documental, así como por intento de homicidio.
