Según informaciones proporcionadas este lunes por el Observatorio Vulcanológico de Goma, por lo menos unas ocho personas más fallecieron a consecuencia de los gases tóxicos liberados luego de la erupción, del pasado sábado, del volcán Nyiragongo en la República Democrática del Congo, las que se suman a las 15 ya informadas el fin de semana por autoridades del gobierno africano.
Aunque el volcán ya dejó de soltar magma desde su interior pero siguen activas algunas capas de lava, expertos le aseguraron a la agencia Efe que la capital de la provincia de Kivu del Norte sigue sufriendo movimientos sísmicos, los que incluso se notan también en la frontera con Ruanda.
«Un total de siete personas murieron como consecuencia de la lava activa. Intentaron cruzar la carretera que conecta la ciudad de Goma -donde se encuentra el volcán- con (la urbe) Rutshuru, pero está cortada debido a la lava», confirmó el vulcanólogo Celestin Kasereka Mahinda, director científico de dicho centro.
La octava víctima informada en esta jornada fue una persona que falleció asfixiada en el baño por la acumulación de gas nocivo, añadió Mahinda, quien recordó que la cifra final podría aumentar en las próximas horas, ya que capas de lava permanecen activas.
El domingo por la noche, el gobierno congolés había informado en su balance oficial de 15 víctimas mortales; dos de ellos calcinados, cuatro abatidos por arma de fuego tras intentar fugarse -entre la confusión- de la prisión central de Munzenze y nueve en un accidente de tráfico mientras huían del lugar.
Hoy, en tanto, el portavoz sobre el terreno de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR), Riu Alberto Oliveira, aseguró a la agencia Efe que «la mayoría de personas que huyeron hacia Ruanda y al oeste, a la ciudad de Sake, han vuelto», mientras que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), cifró en más de cinco mil personas las que cruzaron la frontera hacia Ruanda la noche del sábado y al menos unas 25 mil se desplazaron a la localidad de Sake, a unos 25 kilómetros al noroeste de Goma.
El desastre natural, que este lunes se dejó ver con dolorosas imágenes en distintos videos de medios de prensa, ha destruido al menos 900 casas, según ha documentado la FICR, y ha hecho que unas cuatro mil personas se queden en Sake, en refugios proporcionados por las autoridades o casas de familiares.