Cuando todo parecía bien encaminado para un acuerdo entre el Gobierno y el Congreso para aprobar la renta básica universal, finalmente desde La Moneda optaron por mejorar el IFE para hacer frente a los próximos meses de la pandemia de covid-19, lo que causó escozor entre los parlamentarios.
Pero mientras la presidenta del Senado, Yasna Provoste, tildó de un «show mediático» la contraoferta del Ejecutivo, que no se mostró llano a tramitar una renta universal de 600 mil pesos como proponían los legisladores, el candidato presidencial del PPD, Heraldo Muñoz, consideró «un retroceso la idea del Gobierno, pues plantea puras generalidades».
El ex ministro del Gobierno de Michelle Bachelet, aparte de reiterar que la propuesta de mínimos comunes era seria y sustentable, detalló que el Ejecutivo sólo busca ganar tiempo y no logra mayores avances.
La respuesta desde La Moneda llegó desde la vereda del ministro de la secretaría general de la Presidencia, Juan José Ossa, quien aseveró que «fue un portazo al revés, un portazo dos días antes de unas elecciones. Y le insisto, vamos a seguir creyendo en que la oposición obra de buena fe y vamos a seguir conversando, porque lo que nos importa no es la pirotecnia política, no es el desprestigio del otro, lo que nos importa son las familias chilenas, nos importan las pymes».
También el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, rechazó la teoría del «portazo» de los legisladores. «Desde ese punto de vista, nosotros creemos que esto no es un portazo, es una invitación al diálogo y es una invitación a mejorar los beneficios para los chilenos», señaló.
Más drástico con el argumento planteado por el Gobierno y el Congreso fue el alcalde de Lo Espejo, Miguel Bruna, quien exigió que tanto el Presidente como los parlamentarios «corten su show. Mientras ellos se ponen de acuerdo, la gente se está muriendo de hambre. Necesitamos la renta básica universal ahora, porque pronto la gente ya no tendrá de dónde sacar más plata y nos empezaremos a morir de hambre».
«Ya llegará el momento de que los políticos piensen en su futuro, pero ahora es imperioso tener comida y pagar los gastos básicos. Ningún de ellos vive con 600 mil pesos, así que por favor piensen en la gente pobre», concluyó Bruna.