Fernando, conductor de bus del Transantiago, vivió una mañana del terror, luego de que cuatro delincuentes lo amenazaran con armas de fuego y lo hicieran abandonar la máquina, la que metros más adelante protagonizó un grave accidente en Américo Vespucio.
El chofer asegura que salió del paradero, en la comuna de Peñalolén, y siete personas tomaron el bus. Unos cincuenta metros más allá, cuatro de ellos se levantan de los asientos y lo amenazan a él y al resto de los pasajeros, los amenazan con armas de fuego.
Le piden a los pasajeros que bajen y a Fernando, que deje las llaves puestas, porque «sólo querían el bus y me dijeron que era por la patria».
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De acuerdo a lo poco que se veía, el chofer asegura que los delincuentes eran jóvenes.