Con prisión preventiva quedó un sujeto de iniciales O.G., acusado este fin de semana en el Juzgado de Garantía de Punta Arenas de haber abusado sexualmente a dos sobrinas de su esposa cuando las menores tenían 6 y 7 años, respectivamente.
Según informa el diario El Pingüino, los abusos contra la mayor de las niñas comenzaron en 2008, cuando la menor «iba a pernoctar a su casa los fines de semana. Ahí le habría tocado su zona genital y fue forzada (por el acusado) a que ella le tocara sus partes íntimas. Supuestamente los hechos se repitieron en la casa de la abuela».
En la presentación de antecedentes, la Fiscalía también informó que cinco años después, en 2013, el inculpado repitió estos abusos contra la menor de las niñas, que en esa época tenía seis años, luego de haber cesado en sus abusos hacia la hermana mayor.
«Realizaba la misma dinámica con la niña», indica el medio, que relata que dichos abusos los realizaba el acusado «cuando la niña dormía en casa, momento en que tocaba sus partes íntimas».
Los abusos del hombre recién acabaron en 2018, luego que una de las menores le contara del hecho a sus padres, quienes decidieron no recurrir a la justicia ya que consideraron que estos hechos se trataban «de una situación de índole familiar».
Pese a ello, el pasado 8 de abril el imputado declaró ante la Policía de Investigaciones (PDI), aunque su declaración presentó una serie de contradicciones respecto de la investigación que llevó a cabo el Ministerio Público, ante lo cual el inculpado tuvo que reconocer haber realizado las tocaciones a las menores. «Nunca tuve la intención de hacerles daño», dijo el acusado, quien fue detenido este sábado luego que funcionarios dieran cumplimiento a la orden de detención emanada por la justicia. Ese mismo día, señala El Pingüino, la Fiscalía le comunicó que sería «investigado por dos delitos: abuso sexual a menor de 14 años en carácter reiterado y abuso sexual impropio».
Como medida cautelar, el fiscal Fernando Dobson pidió al tribunal que al acusado se le impusiera prisión preventiva porque tal cautelar «se funda en que la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de la sociedad”.