«Debemos alzar la voz frente a la indolencia de Piñera y su Gobierno». Esa es una de las conclusiones a las que arribaron, en conjunto, lo excandidatos presidenciales de oposición, Alejandro Guillier y Marco Enríquez-Ominami.
Ambos, elaboraron una carta abierta en la que compartieron su tajante diagnóstico de la situación que enfrenta el país, y sobre cómo la derecha, a juicio de ambos, intentará apoderarse del proceso constituyente en post de defender sus intereses y mantener las cosas tal y como han sido hasta ahora.
«Sabemos que no tiene escrúpulos a la hora de defender sus intereses. La enfrentamos en los
oscuros días de la dictadura, desde el horror y exilio, desde el periodismo y la comunicación; y también en la última elección presidencial, donde ellos lograron imponerse, pero tras millonarias campañas del terror, mentiras, lawfare, y promesas vanas», aseveraron.
Esa forma, manifestaron, es la que ha ido empañando el proceso constituyente. Ambos habían propuesto que, en lugar de ese camino, se adelantaran las elecciones presidenciales y legislativas, pero considerando que eso no prosperó, hoy dicen que en la elección del próximo 11 de abril, «tenemos que jugarnos con todo, porque será determinante para las próximas décadas y para la primera vuelta en las elecciones presidenciales de noviembre».
Sin embargo, temen que el conformismo se pueda imponer. «Lamentablemente, la ‘medida de lo posible’ mutó en nuestro mundo en los últimos años hacia el conservadurismo, la comodidad y el estatus quo, y el
‘realismo sin renuncia’ nos hizo perder el pensamiento crítico, e instaló el miedo a abrir los espacios. Así, nos vimos arrastrados hacia el letargo y la indefinición», aseguran.
Ante ello, dicen rebelarse. «Creemos en el cambio como base de un futuro mejor para Chile», enfatizaron, al tiempo que enumeraron una serie de propuestas:
- Primero, este no es el tiempo ni para candidaturas presidenciales, ni de la ingeniería partidaria puertas adentro. Abril nos marcará el futuro. Hoy lo urgente es trabajar para recuperar la credibilidad perdida. Buscar la unidad real. Nuestro país lo construiremos desde abajo y con todos. La democracia representativa tiene que avanzar sin medias tintas hacia una democracia participativa que consagre mecanismos ciudadanos de participación efectiva.
- Segundo, es central que concentremos todo nuestro apoyo a los y las miles de candidatos y candidatas que fieles al espíritu de cambio expresado en Octubre, están desplegados en el país. La misión de ellos y ellas es lo urgente, lo importante.
- Tercero, debemos alzar la voz frente a la indolencia de Piñera y su Gobierno. No se puede seguir arrastrando al país a la incertidumbre y el dolor. Las familias de Chile necesitan una Renta Básica Universal provisoria mientras continúe esta crisis. Debemos apostar sin medias tintas por la recuperación de las Pymes, entregando recursos frescos. El Estado también tiene que aportar lo propio: hay que ejecutar un plan de obras que mueva las economías regionales y con ellos recupere el empleo perdido.
«La fuerza del nuevo Chile está en el espíritu de participación de Octubre y no en los pactos elitistas de noviembre. Ahí está la fuerza que nos permitirá reencontramos con la ciudadanía, recuperar la gobernabilidad y la paz social perdida y levantar un programa sólido, que interprete el sentir de millones de compatriotas en el país», subrayaron.