Con más de un 80% de conocimiento a nivel nacional, como dice orgulloso Felipe Alessandri, se jacta de ser el único alcalde al que no le interesa La Moneda. «Por eso tengo este libro sobre la mesa», asevera apuntando un texto que recoge la historia del Palacio de Gobierno. Asegura que no piensa como sus antecesores, que creían que Santiago era un «trampolín», «yo dije que venía ser un alcalde alcalde».
-No le interesa La Moneda, pero cree que los alcaldes son los mejor preparados para estar ahí el 2022 ¿Qué méritos ve en ustedes?
Que un alcalde llegue a La Moneda le va a ser muy bien a Chile, porque la pandemia y el estallido se lo enrostró al Parlamento y al gobierno de turno. Los que estamos en la calle somos nosotros, tenemos un acercamiento con el problema, lo hemos vivido. Yo conozco y se cómo se llama el vecino. No estamos cuatro pisos más arriba, estamos al nivel calle. Espero que el próximo presidente de Chile sea un alcalde o alcaldesa.
-¿Alguno en particular?
Yo voté tanto por Joaquín Lavín como por Evelyn Matthei para presidente. No tendría ningún complejo en votar por alguno de los dos de nuevo. Pero yo creo que falta que pase agua por debajo del puente. Esperemos las definiciones municipales, el plebiscito, la constituyente, para tener de nuevo una conversación tipo mayo y ahí va a estar claro el panorama.
-¿Usted por qué no?
No. Mi intención es reelegirme una vez, porque si uno ve las fotos de los exalcaldes de Santiago, todos han estado un período, salvo Jaime Ravinet. Y eso no le hace bien a la municipalidad, se necesita continuidad. Como yo venía de concejal, di espacio a lo que había hecho Carolina Tohá, Pablo Zalaquett, incluso Daniel Alcaíno. Eso ha permitido que, por ejemplo, estemos cambiando toda la luminaria led, que inaugure dos Cesfam, una dirección de seguridad, una nueva farmacia popular. Eso es porque dimos continuidad y yo quiero terminar mis proyectos con cuatro jardines que vienen el otro años y otros, y de ahí pasar la posta a otro.
-¿De ahí al congreso?
No, yo soy muy activo e hiperquinético. Valoro mucho lo que hacen, pero yo soy más ejecutivo
-¿Ve mérito en Daniel Jadue?
Colindamos con él, tenemos una sana relación de colegas. Agradecerle, cuando me faltaba un remedio acá en la comuna y se necesitaba urgente, lo llamé y ningún problema en que se fuera a buscar allá. Tenemos una sana relación, pero en lo políticamente hablando no podemos pensar más distinto.
El duro manejo de la pandemia
-¿Cómo ha sido liderar Santiago estos meses? Tuvieron una de las cuarentenas más extendidas del mundo.
No hemos parado ni un día. Todos los funcionarios han sido increíbles. Y yo como alcalde dije que si ellos estaban yo también. No hemos descansado ningún fin de semana. De lunes a domingo, siempre, desde el estallido social. Me tengo que sacar la ropa afuera de la reja de mi casa, yo tengo niños chicos, fue difícil. Pero logramos encausar esto y la gente entendió.
Hay muchas fiscalizaciones, empezamos con el apoyo del Ejército, tuve reunión con el ministro Espina y le dije que necesitábamos fiscalización o se nos iba a ir de las manos. Empezamos a sanitizar con tractores, en las ferias. Fui el único alcalde que no cerró las ferias libres, porque mejor que la gente compre en la feria, a que estén en los supermercados encerrados, y además es más caro.
-¿Qué costos ha tenido esto, en lo personal, y también en lo político?
En lo personal, el justo temor de mis hijos y mi señora. El justo temor a que trajera el virus a la casa, y uno no sabe cómo le va a pegar. Tomamos todas las medidas sanitarias, no ir a ver a mi madre, que es viuda, y es difícil, porque además enviudó viviendo sola, era super complicado. Y bueno sin el apoyo de mi señora yo no podría trabajar de lunes a domingo.
Y en lo político, bueno, los alcaldes ejercimos presión, pero nunca sentí un rechazo por parte del Gobierno. Sí en algún momento se tensionaron las cosas. Yo mantengo una relación fluida con el Presidente, y generalmente es ‘¿Cómo está don Felipe?’ y en un tiempo fue ‘Alcalde Alessandri’. Pero después bajó la tensión, porque también cómo debe estar él.
-¿Cómo evalúa el comportamiento de sus vecinos?
Demarcamos las calles y la gente ha respondido, libre de comercio ambulante. Todos con mascarilla, ordenado, limpio, yo creo que ha habido un muy buen comportamiento y así los números van a la baja.
-Como municipio fueron bien innovadores
Hicimos mucha alianza con privados. Santiago no es un municipio rico, es una pituca sin lucas, entonces cuando me llamaban para ofrecerme productos, yo les decía que nuestra caja de resonancia es muy importante, entonces con todo lo que dice la norma, yo les decía que probaran su producto acá y nosotros podíamos ayudar a que se hicieran conocidos.
-¿Cómo ven las cifras?
Han andado bien, estables con una leve baja. Es positivo, incluso la seremi nos decía ‘Santiago cada vez mejor’, ‘por los esfuerzos que estamos haciendo’ le decía yo. Vamos a la baja y eso es auspicioso, creemos que podemos pasar a fase cuatro, no me atrevo a decir cuando, pero vamos bien, gracias a la responsabilidad de los vecinos también.
-Con el aumento de la movilidad ¿Cómo ven un posible aumento de la delincuencia?
Lo que estamos haciendo es apelar a la responsabilidad individual. Junto con eso tenemos una labor en la que nos apoya el intendente y la subsecretaria de Prevención del Delito. Hay un servicio especial de Carabineros para el casco histórico. Post estallido social no era posible enviarlos, pero desde hace un mes ha regresado y eso ayuda inmediatamente a ordenar el centro. Nosotros hoy tenemos un municipio limpio, uno no puede hacer todo. Sin carabineros no me pueden pedir a mí que mantenga el orden.
-El Mineduc insisten en que quienes quieran y están en condiciones, pueden volver a clases ¿Eso como lo ve en los colegios que tiene bajo su administración?
Nosotros entendemos que el estudiante donde más aprende es en la sala de clases, lo veo con mis 4 hijos. Pero Santiago tiene características especiales. El 70% de los alumnos de liceo no es de la comuna, se transportan en transantiago, metrotren, metro, y muchos de ellos viven con sus abuelos. ¿Qué pasa si el niño asintomático se contagió y lleva el virus a la casa? Tenemos una mesa de trabajo con el Colegio de Profesores, los profesores, directores, apoderados y estudiantes, para ir viendo. Mi sensación es que en Santiago, las clases, a lo menos, van a volver en marzo del 2021. Ninguna comuna tiene 44 establecimientos, ninguna tiene 44 mil alumnos, y muchos no son de acá, entonces se nos va a generar mucha movilidad.
Alessandri y el Apruebo
-¿Cómo ve la tensión que le plebiscito ha generado en Chile Vamos y especialmente en su partido?
Yo estoy por el apruebo. En enero hablé de los momificados, eso generó escozor, pero hoy me dicen que fui previsor, porque en verdad hay algunos que no quieren que cambie nada. Tuvimos el consejo de RN, que fue tenso a momentos, pero siempre hemos tenido esa diversidad. Es una tensión que existe pero no es que vayamos a cortar la comunicación.
-¿Pero la diversidad la respetan los más conservadores y los más «progre»?
En el consejo del 26 de septiembre y en los grupos de whatsapp se dio una virulencia que a mí no me había tocado ver antes. Pero si bien la votación fue estrecha, hubo una manifestación mayoritaria de los consejeros que quieren que el partido siga por la misma senda. Esto no es un regimiento y eso hace grande a RN, la diversidad se conversa en una mesa y la democracia prima. Una mayoría se impuso y no fue una fatalidad.
-¿Cree que Carlos Larraín podría afectar esa diversidad?
Lo conozco hace 40 años, le tengo mucho aprecio y creo que hizo mucho por Renovación, pero yo creo que hay que renovar los liderazgos. Me costó mucho ser alcalde de Santiago porque decían que era para «perros grandes», un trampolín a La Moneda, pero logré, ganándole primero la primaria a Joaquín Lavín, después dejando en el camino a la exalcaldesa, imponerme. Yo no quiero que los viejos estandartes, que hicieron mucho, vuelvan a tratar de tomarse los partidos, porque hay liderazgo jóvenes que tienen mucho que aportar. Y somos más que capaces.
Cambios post estallido
-El plebiscito que se avecina fue encausado por un acuerdo político, pero es fruto de las manifestaciones sociales ¿Cómo se prepara para el 18 de octubre?
Nosotros queremos manifestaciones, pero que sean pacíficas y lo que hemos hecho es coordinarnos con Providencia, el Gobierno y Carabineros, para que se puedan desarrollar. No queremos que nos destruyan la ciudad. Invertimos más de 3 mil millones de pesos en recuperar la zona cero y todavía nos queda mucho. Yo no tengo recursos para recuperar el mismo nivel de veredas, se pone cemento o se empareja, pero no es la misma baldosa de antes. Eso va bajando el estándar. Yo pido que la gente conmemore ese día pensando en el vecino, en el comerciante, en los galeristas de músicas, en la Fuente Alemana.
-¿Le preocupa lo que pueda pasar?
No, yo creo que hoy hay una condena mayor a la violencia. Va a haber un escarnio público a la violencia, porque la gente lo ha pasado mal. Los mismos vecinos van a decir, buena onda, manifestaciones pacíficas, pero nosotros ya no resistimos más. Eso al manifestante le hace más sentido que la acción de carabineros.
-La violencia está aparte, pero aún hay descontento social ¿Cree que se ha hecho lo suficiente para dar respuesta a quienes salieron pacíficamente a la calle hace un año?
Hubo un acuerdo transversal el 15 de noviembre para encausar el malestar, y es el plebiscito. No pueden pretender desestabilizar el país. El malestar se está conduciendo de una manera institucional. El Presidente fue firme en su momento en no sacar a los militares a la calle, con todo el costo que esto ha tenido. Para eso se necesita bastante temple y nervios de acero, y lo logró. El 25 de octubre lo vamos a canalizar, y esperemos que se haga de la mejor manera en modo covid. Nosotros ponemos los colegios, ya se estamos sanitizando y preparándonos.
-Se condujo una salida, pero qué pasa con las demandas que no se agotan con el plebiscito ¿En qué cree usted que falta avanzar?
El Congreso también tiene que poner de su parte. Ha habido mezquindad. El tema de la previsión no ha avanzado como quisiéramos, lo mismo el tema migratorio. Ojalá que haya voluntad, que entendamos que necesitamos darle la orientación al país de los próximos 50 años. Yo creo que algunos parlamentarios han puesto todo tipo de trabas para que los proyectos del Gobierno, que están enviados, no avancen.
-¿Fortalecería usted los planes del Gobiernos? ¿Cree que los proyectos presentados interpretan las necesidades de la sociedad?
Siempre se puede hacer más. Hoy el gran tema es las pensiones. Chile se está envejeciendo. El Estado tiene que garantizarnos, de alguna forma, una vejez digna, y que uno además, pueda tener un seguro. La pensión mínima garantizada debe permitir a uno vivir tranquilo. En eso hay que trabajar más fuertemente. Quizás el sistema de las AFP no funcionó de la manera que hubiéramos esperado, por miles de razones. Tiene que haber una pensión, pero hay que financiarla. No es gratis. Pero si pagamos algunos y otros no, es imposible dar la dignidad que queremos. En la tercera edad empiezan todos los achaques y con 220, 280 mil pesos, es muy complejo para un adulto mayor.
-¿Usted apoyaría que el 6% de cotización adicional vaya a una cuenta común, pero que se calcule la pensión según el historial de cotizaciones? Esa es una opción en la oposición.
La ciudadanía se ha expresado, dicen que ojalá vaya una parte a un fondo común. Yo creo que parte de ese 6% puede ir a un fondo solidario, pero también parte a un fondo individual, porque si va todo, los que trabajan van a decir que están financiando a los que no, pero que podrían hacerlo. Tiene que haber una mano acogedora, pero también una que te empuje a salir a trabajar.
-¿Cómo ve el segundo retiro del 10%?
Eso es pan para hoy, hambre para mañana. Esa plata es de los cotizantes, quedó clarísimo. Seamos serios, dijeron una vez y uno lo entendió, pero si seguimos, qué va a pasar en 5, 10 o 20 años más. Qué va a pasar con la gente que tenía poco y que ya lo sacó. Esto va a beneficiar a la gente más rica. El Estado tiene que hacer las reformas que garanticen que tu no vas a necesitar volver a sacar tu previsión, es fundamental. Tenemos que legislar con visión de Estado.