El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha culpado este miércoles en la cumbre sobre biodiversidad de la ONU a las ONG por crímenes ambientales en el país y ha denunciado una campaña internacional de desinformación para «socavar el Gobierno» ante la avaricia «por los recursos naturales brasileños».
En el discurso grabado y emitido en la cumbre celebrada en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, Bolsonaro ha asegurado que, desde 2019, su Administración «ha adoptado políticas responsables de protección al medioambiente».
«Somos víctimas de la más brutal campaña de desinformación sobre la Amazonía y las tierras de Brasil», ha considerado, después de añadir que la inmensa riqueza del Amazonas explica «el apoyo internacional a esta campaña» en alianza con «asociaciones brasileñas explotadoras y antipatrióticas» que persiguen «socavar el Gobierno y el propio Brasil».
También ha añadido que el país es «líder» en cuanto a conservación de bosques tropicales se refiere, además de destacar que cuentan con «la energía más limpia y diversificada del mundo» y de que, aunque Brasil es «una de las diez economías más grandes del mundo», representan «solo» el 3 por ciento de las emisiones de carbono en todo el mundo.
Respecto a los incendios en la Amazonía, Bolsonaro ha indicado que «se trata de una selva tropical que no permite que el fuego se extienda» y que «los incendios tienden a ocurrir siempre en los mismos lugares, en los alrededores orientales del bosque donde los indígenas queman sus tierras de cultivo en busca de sustento en zonas ya despejadas».
El Gobierno brasileño ha sido duramente criticado por políticos, activistas y organizaciones no gubernamentales por sus políticas ambientales, pero Bolsonaro ha explicado que mantiene «una política de tolerancia cero con el crimen ambiental», algo para lo que se está combatiendo «con rigor y determinación» los incendios forestales en el país.