En horas de la tarde de este jueves, Hernán Calderón Argandoña fue trasladado a la cárcel de Santiago Uno, luego de que la Corte de Apelaciones de Santiago ratificara su prisión preventiva en un centro penal y no en la clínica psiquiátrica donde cumplía la medida cautelar.
Si bien por ahora, el joven de 23 años se encuentra cumpliendo un tratamiento psiquiátrico en el Área de Salud Ambulatoria del penal, desde Gendarmería advirtieron que el imputado podría sufrir un recibimiento «hostil» en caso de ser trasladado a un módulo con otros internos.
El presidente de la Asociación Asociación de Funcionarios Penitenciarios, Benito Saravia, señaló en Mucho Gusto que Nano Calderón está «con un tratamiento médico, con custodia las 24 horas del día y no tiene contacto con la demás población penal. Tiene custodia permanente y directa».
De todas formas, advirtió que en caso de tener que compartir con otros internos «la idea es buscar que quede con internos con perfiles similares», aunque allí «la recepción es bien coloquial, es hostil, por eso tenemos que garantizar la seguridad física» y que eso es debido a que se trata de un «delito de connotación pública, lo mismo que Martín Praderas en el sur. Es más bien por su connotación pública que por el delito mismo”.
Saravia explicó que eso se debe a que «este tipo de imputados no son reconocidos en el mundo delictual, del hampa, son de connotación pública y por lo mismo tenemos que agotar todos los recursos para resguardar su integridad física. Todo aquel que llegue externo, es factor de riesgo dentro de un recinto pena».