Esta semana se dieron a conocer los resultados de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y una vez más se hizo notoria la diferencia entre la educación pública y la privada. De los 100 establecimientos, que obtuvieron los mejores promedios PSU, sólo cuatro corresponden a establecimientos municipales. “Es una deuda histórica”, destaca Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar.
La diferencia también se observa a nivel nacional, donde en las regiones extremas del sur no hay puntajes nacionales, en el norte hay pocos y la mayoría se concentra en el área metropolitana. “Se han planteado nuevas políticas, pero se necesita que éstas se hagan cargo del aprendizaje, de lo que pasa dentro de la sala de clases”, señala Vergara.
Diferencias en regiones
“Se ve una cierta mejora en los casos de los liceos bicentenario, pero eso responde a un modelo con mayor autonomía. En el caso de regiones, esto se debe a la mayor presencia de establecimientos rurales y a las diferencias económicas para poder acceder a mejores docentes”, agrega la especialista.
Para Patricio Abarca, académico y Director de la Escuela de Educación de la Universidad Mayor “la política de los bicentenario recae en la selección, en poder filtrar para tener un mejor desempeño”. Según el académico “pese a los esfuerzos que han hecho los distintos gobiernos, la brecha entre privados y municipales se mantiene. Hay un sesgo económico y no se logra nivelar la cancha”.
Factores
¿Cómo solucionar esta diferencia? Según Abarca esto responde a una situación multidimensional. “La crisis de la educación pública lleva mucho tiempo, aunque tampoco se puede desconocer el factor reciente del estallido social. Esto debe mirarse como un todo, mejorar también la condición social de los estudiantes. Por ejemplo, hay muchos qye hacen preuniversitario, gratuito o pagado, y aún así no logran buenos resultados. Eso, porque la educación es un proceso que va más allá de los cuatro años de la enseñanza media”.
Estimulación educativa es un concepto que plantea el académico, el cuál debe fomentarse desde la más temprana infancia. “Ayuda a procesar mejor el aprendizaje y es algo que se debe trabajar desde la etapa pre escolar”, señala. Una educación pre escolar que no se entienda solo como guadería, estabilidad social, compromiso de las familias en la educación, podrían ser medidas que ayuden a cambiar esta realidad según los analistas