El centro, Cread Galvarino, del Servicio Nacional de Menores donde Lissette Villa murió hace más de tres años, comenzó su proceso de cierre con el traslado de 14 niñas a un nuevo lugar en Providencia, la semana pasada.
La ONU por medio de un informe entregado en 2018 dictaminó que en el Sename se violan los derechos humanos de los niños y adolescentes que están en los centros. Este año se dio a conocer el informe que la Policía de Investigaciones entregó en diciembre del año pasado a la Fiscalía y Ministerio de Justicia, que llegó a la misma conclusión: el Estado chileno viola los derechos humanos de los niños en su cuidado.
En la Cámara de Senadores se está discutiendo sobre un proyecto que busca crear otro organismo y que este reemplace al Sename, denominado Servicio de Protección a la Niñez y la Adolescencia.
El diputado René Saffirio ha sido uno de los principales críticos del actual sistema y recalca que es necesario “crear una realidad nueva”. El diputado se refirió al cierre del establecimiento y dijo: “No hay cambios, pueden cerrarlos todos, pero hasta que no se cambie el financimiento de los centros”.
El sistema de financiamiento del Sename se basa en la cantidad de niños que viven en el centro, pero Saffirio recalca que “si esta manera de financiar que se basa en los niños que están en el Sename nada va a cambiar. Hay que poner el enfoque en el niño que egresa de los centros. Hay que tomarlo desde otra perspectiva”.
Los responsables de los establecimientos son los Organismos Colaboradores Acreditados del Sename (OCAS), donde gran mayoría pertenece a Iglesias y ONGs. René Saffirio sostiene que “esto está absolutamente podrido, no hay voluntad política. Porque si se modificara el sistema de financiamiento se acabaría el negocio para los involucrados”.