En enero del 2003 nació Greta Thunberg. Una niña sueca que a sus cortos 8 años comenzó a poner al mundo de cabeza. La pequeña vio un documental en colegio, que fue mostrado a todo su curso, pero que sólo a ella la marcó para siempre. Era sobre cambio climático y cómo la vida humana podría extinguirse si no se actúa rápido y con cambios profundos.
«Me afectó sobremanera. Comencé a pensar en eso todo el tiempo y me puse muy triste. Esas imágenes se quedaron grabadas en mi mente”, fue lo que motivó la activista que hoy con 16 años lanzó su libro «Nadie es tan pequeño como para marcar la diferencia».
El mismo sentimiento se replicó en todo el mundo y hoy son miles de jóvenes los que han salido a las calles a exigir cambios sobre todo luego del último informe de la ONU sobre emisiones de CO2. El pronóstico: bastante feo. La destrucción total de la capa de hielo del Ártico, las muertes por contaminación en el aire y la extensión de los desiertos provocaría que la tierra fuera inhabitable. El plazo dado, según el organismo internacional, para que el desastre de desate es 2050.
¿Nos moriremos en 2050?
Pero el desalentador panorama se abre paso con jóvenes como Greta, y los niños y niñas de la Teletón que no se quedaron fuera de este especial de El Día del Niño y preguntaron ¿podemos frenar el cambio climático? Para la difícil pregunta, afortunadamente, hay respuestas favorables.
Según el IV Informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático la humanidad en este momento tiene en su poder las herramientas necesarias para reducir drásticamente las emisiones de CO2, pero tendría que negociar e implementar todas las políticas públicas propuestas actualmente. De esta forma se podría avanzar en la implementación de una serie de opciones.
Sí se puede
Y es una opinión compartida en el mundo de la sustentabilidad. Para la académica de la Facultad de Ingeniería y arquitectura de la Universidad Central, Katherina Muñoz, sí podríamos detener el cambio climático.
«Si pensamos que el medioambiente es capaz de regenerarse y de capturar y tratar ciertos componentes en el medio ambiente, se puede llegar a pensar que efectivamente podríamos desacelerar e incluso detener el cambio climático», comparte la especialista. Sin embargo este cambio se daría en «un proceso que llevaría tiempo y mientras eso se logra aún seguiríamos teniendo algunas consecuencias de lo hecho».
De la misma forma para Thomas Kimber, ambientalista chileno y fundador de Karün, se pueden hacer grandes cambios de aquí a 2030. «En mí punto de vista lo más urgente es la forma en la que concebimos nuestro sistema. Cómo pensamos que son nuestras empresas, cómo nos organizamos como sociedad, lo que se traduce en qué indicadores de desarrollo tenemos para nuestros países», asegura. Para el experto uno de los cambios fundamentales es la visión económica. «Si el indicador de desarrollo sigue siendo el PIB per cápita y el crecimiento económico, vamos a seguir teniendo problemas porque los incentivos van a llevar a más producción, más contaminación y por lo tanto a más cambio climático», aseguró.
¿Y los animales?
Respecto a la extinción animal al Jefe de Carrera de Técnico en Medio Ambiente de IDMA, Jorge Greene, le gustaría ser más optimista.»Desgraciadamente producto del cambio climático, destrucción de los hábitat de los animales, destrucción de los recursos naturales y los altos niveles de contaminación de aguas, aire y suelos, existen muchas especies animales que están en peligro de extinción y si no cambiamos nuestras conductas con la naturaleza, entre ellas mitigar el cambio climático, desgraciadamente veremos como muchas especies animales desaparecerán», advierte insistiendo en que por lo mismo existe la «imperiosa necesidad de tomar ahora medidas de mitigación» y hace un duro llamado a los niños en su día.
«Los niños y jóvenes son muy importantes para que puedan ayudar a evitar o disminuir las emisiones de gases que están provocando el cambio climático, por ello deben motivar a sus padres, hermanos, amigos y todas las personas que tenemos contacto que realicen acciones para proteger el medio ambiente y minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera», manifestó.
¿Y qué acciones pueden realizar los niños? Después de llamar a sus familiares a cambiar sus hábitos, la tarea que recomienda el especialista es la colaboración a la reforestación, ayudando a plantar árboles; reduciendo el uso de agua e implementar un uso racional de ella y llamar a los adultos a evitar el uso de combustibles fósiles.