Los avances de la tecnología en el mundo de la salud han ido a pasos agigantados en las últimas décadas. Sobre todo en materia de exámenes. Por ejemplo, ahora un rápido estudio en base al ADMM permite que los usuarios hagan uso de su información genética, para conocer, por ejemplo, el comportamiento de su desempeño deportivo o hasta como mejorar la apariencia de su piel.
Esto sirve para el desarrollo de fórmulas nutricionales especializadas, que les ayudarán a cumplir sus objetivos por medio de cambios configuracionales de determinados genes. Porque si bien, hoy en mercado hay varias vitaminas y fórmulas que dicen servir para estos propósitos, no todas funcionan con cualquier persona.
Una combinación única
Cada uno de nosotros posee una combinación única de genes que definen desde las características físicas hasta la personalidad. Cada gen en el ADN tiene una función específica; por ejemplo, algunos determinan la habilidad deportiva y otros regulan el apetito.
Conocerlos permite saber cuáles son nuestras debilidades y fortalezas. El Chile, MyGen posee un revolucionario algoritmo basado en información genética y nutricional. En países como Estados Unidos la popularidad de las pruebas genéticas ha aumentado a tal nivel que el año 2017 fueron el 5to regalo de navidad más comprado y el 2018 el segundo ítem más vendido en Amazon durante el Cyber Monday.
Las empresas en Estados Unidos y Europa como 23&Me, Ancestry y DNAFit ofrecen pruebas genéticas e incluso recomendaciones nutricionales a sus clientes. En Chile es similar el modelo, donde MyGEN además de entregar recomendaciones, utiliza la información genética para desarrollar formulaciones nutricionales personalizadas las que son enviadas directamente a los clientes.
Apagar o encender genes
Estas formulaciones pueden estar enfocadas en objetivos de belleza, deportivos o simplemente de bienestar. “No importa cuál sea el objetivo, nuestra genética puede ser de gran ayuda o parte del desafío. Si somos afortunados, es posible que nuestros genes sean una ventaja. Si no, conocer nuestra desventaja podría ser el mejor aliado para cumplir nuestro objetivo”, explica Rodrigo Malig, de MyGEN Chile.
“La clave está en lograr la adaptación y eso toma tiempo, ya que el cuerpo lucha para mantener su estado actual”, agregó.. En nuestro ADN, esta adaptación se llama epigenética. Esto es posible debido a que las células tienen la capacidad de “apagar o encender” genes en respuesta al ambiente que las rodea.