La costumbre de países ricos como Estados Unidos, Canadá y Japón de enviar su basura no reciclable a países más pobres es “enormemente injusta” y debe detenerse, afirmó el jueves el primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad.
El mandatario hizo esas declaraciones en Tokio, unos días después de que su gobierno anunciara planes de devolver a sus lugares de origen miles de toneladas de residuos plásticos importados.
“Es enormemente injusto que los países ricos envíen sus desperdicios a países pobres simplemente porque los países pobres no tienen alternativa y quizá contribuya un poco a su economía”, dijo Mahathir.
China prohibió el año pasado la importación de residuos de plástico, lo que convirtió en nuevos destinos para estos envíos a varios países del sureste asiático.
Filipinas anunció la semana pasada que enviaría de vuelta a Canadá docenas de contenedores de basura enviados al país en 2013 y 2014.