Con extremo sigilo, discreción y midiendo cada uno de pasos diplomáticos, este martes se confirmó el rescate de los siete niños de nacionalidad sueca y chilena, hijos de una pareja yihadista abatida y cuyo abuelo, Patricio González Gálvez reclamaba con desesperación su rescate de un territorio de guerra: el campamento Al Hol en Siria.
El embajador de Chile en Suecia, Hernán Bascuñán, confirmó el rescate de los menores, pero se abstuvo de otorgar mayores detalles, hasta tanto se pronuncie la cancillería sueca.
El senador Francisco Chauán, aseguró desde Villa Alemana, que los niños «fueron liberados por las autoridades kurdas, en una zona de guerra de alta tensión. Hubo una gestión fundamentalmente del gobierno sueco donde aparte de los siete niños que están vinculados y que son de ascendencia chilena, hay otros 64 niños vinculados con Suecia».
Chauán aseguró que los menores, cuatro nacidos en Suecia y tres en Sria, estaban en un estadio sanitario precario, incluso desnutridos. «Se le dio prioridad a estos siete niños, ya que perdieron a sus padres en combate. Finalmente los niños salieron desde el campamento Al Hol a Irak, donde mañana (miércoles 8) serán sometidos a los exámenes de rigor. »
La chilena-sueca Amanda González y Michael Skråmo pertenecían al denominado Estados Islámico (EI) y tras ser abatidos, sus hijos quedaron totalmente abandonados, por lo cual el abuelo intentó inicialmente un rescate por iniciativa propia. Pero ello fue imposible, dado lo complicado de la zona de guerra donde se encontraban.
El paradero temporal de los menores será Estocolmo, dado que allí residen los abuelos paternos, pero no se descarta que lleguen a Chile como destino final.
