Una violenta práctica en Nepal, que obliga a las mujeres a abandonar su hogar durante la menstruación, ha cobrado la vida de una madre y sus dos hijos en el distrito occidental de Bajura.
Amba Bohora (33) y sus dos hijos, Shuresh (12) y Ramit (9), fueron enviados a un chamizo (choza) en pleno invierno y con temperaturas bajo cero, propias de las laderas del Himalaya nepalí.
“La cabaña era tan pequeña que apenas podía acomodar a Amba y sus dos hijos. Había que inclinarse para permanecer de pie en el cobertizo”, indicó Khadak Bohora, presidente del comité del municipio de Budhinanda, al medio Kathmandu Post.
La madre y sus dos hijos murieron intoxicados producto del fuego que encendieron para intentar mantener un poco el calor. Los cuerpos fueron encontrados al otro día, el miércoles en la mañana, por la suegra de la mujer.
Esta costumbre hinduista, que considera que la sangre de las mujeres es impura y que por eso hay que alejarlas de la comida, familia, ganado y lugares de rezo, fue abolida por el Tribunal Supremo de Nepal en 2005.
Sin embargo, a pesar de que la tradición fue prohibida y tipificada como delito desde agosto del 2017, pero con una pena de tres meses de cárcel a una multa de 18.204, muchos pobladores de zonas rurales continúan practicándola por motivos de superstición.